El tema del empleo es el derrotero de cualquier nivel de gobierno, en México se requiere la generación de al menos un millón de nuevos empleos por año para satisfacer la creciente demanda resultante del desplazamiento del bono demográfico.

Cada semestre padres de familia y estudiantes hacen esfuerzos extraordinarios para sacar adelante sus estudios universitarios, ya sea en instituciones públicas o privadas las condiciones de país implican grandes sacrificios.

El martirio empieza cuando los egresados buscan su primer empleo, se topan con una dura barrera circunstancial que los obliga a tomar otras alternativas diferentes a su formación para lograr acercarse algunos recursos para su manutención.

En los últimos seis años la generación de nuevos empleo en México no supera las 80 mil unidades por año, en contraste con la formación de nuevos profesionistas en amplias disciplinas es por mucho superior a la oferta sustentable del mercado laboral.

Con excepción de regiones donde han apostado con agresividad por el desarrollo industrial y empresarial, una gran mayoría de los gobiernos en Entidades Federativas sólo se limitan a ser pasivos observadores de cómo sus jóvenes universitarios tienen que conformarse con hacer fila para ingresar a la nómina estatal o municipal, o conformarse con empleos mal remunerados que no ofrecen alternativa alguna de desarrollo.

Tan sólo en el centro del país los contrastes son drásticos, las ciudades de Querétaro y Puebla marcan la pauta con un desarrollo urbano – económico sustentable que las posiciona como generadoras de empleo para su gente, inclusive la sinergia les alcanza para dar cobijo a profesionistas de estados vecinos.

Algo similar pero a menor escala ocurre en Guanajuato y San Luis Potosí respectivamente, donde los asentamientos de industria automotriz son factores determinantes de una prosperidad económica.

Otros estados como Hidalgo, Tlaxcala y una amplia franja del estado de México la oferta de empleo es de baja calidad, lo que propicia la expulsión de talento hacia otras regiones con mejores ofertas de trabajo y desarrollo.

En los discursos oficiales poco se escucha sobre el empleo juvenil, no se contempla en las plataformas legislativas de las principales fuerzas políticas en el Congreso de la Unión, menos en los congresos locales que fungen en su mayoría como adorno de la parafernalia democrática.

Fondo Pyme político

El Fondo Pyme opero con cierta eficiencia durante 12 años de gobiernos del PAN, con excepción del estancamiento durante la gestión del frustrado candidato a gobernador por Sinaloa Heriberto Félix Guerra, quien no logró entender la consigna de rediseñar el Sistema Nacional de Garantías.

La alternancia política del PAN al PRI cobró dura factura a la operación del Fondo Pyme. La guadaña no alcanzó a cortar a operadores panistas clave que se enquistaron en la Secretaría de Economía, personajes como Alejandro González Hernández y una amplia red que debe sus lealtades a Heriberto Félix Guerra, aprovechando la falta de atención del Secretario de Economía Ildefonso Guajardo Villarreal quien no se ha percatado del daño que esa red ocasiona en la dependencia a su cargo.

Los funcionarios que operaron el Fondo Pyme en la administración de Felipe Calderón nunca incurrieron en subejercicios, ese mismo equipo enquistado tras la alternancia de poder en 2012, se dieron el lujo de ser actores pasivos en el subejercicio incurrido por parte del Fondo Pyme en 2013. Recursos estancados que no llegaron a las micro, pequeñas y medianas empresas de todo México.

El INADEM encabezado por Enrique Jacob tiene en su motivación la experiencia de éxito en el Estado de México, ahora le resta sacudirse esa red que frena el funcionamiento de la Secretaría de Economía federal.

¿Y el empleo juvenil?, parece no estar en la mira de los actores políticos ni de los diferentes niveles de gobierno. Quienes aspiren a un cargo de elección popular en 2015, una gubernatura o aquellos ambiciosos rumbo al 2018, tendrán que aplicarse a conocer este problema estructural, diseñar, proponer y sobre todo poner en práctica estrategias y políticas públicas efectivas para dar un empleo digno y bien remunerado a los jóvenes de México.

Editorial publicado en el portal político LA SILLA ROTA.

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