Michoacán en los últimos ocho años se presenta como un estado escenario de circunstancias que inciden en la gobernabilidad de México. Fue en Michoacán donde Felipe Calderón inició su guerra fallida contra la delincuencia organizada, alboroto la región y no supo cómo restablecer la paz  que los michoacanos demandan. Felipe Calderón prendió el fuego en Michoacán, el fuego que hoy cimento un estado de terror y desolación.

En doce años de gobierno el Partido Acción Nacional (PAN) presentó dos facetas completamente diferentes en función de los grupos que encabezaron las dos administraciones federales. Por un lado el Foxismo como un movimiento ecléctico que tomó algunos preceptos del panismo puro pero adecuados a los nuevos tiempos, así Vicente Fox integró un gabinete plural dejando poco espacio para sus amigos a quienes en los primeros derrapes les aplicó un determinante cese de funciones. Personajes como Carlos Flores Alcocer, Lino Korrodi, Carlos Rojas Magnon, tuvieron que pasar al bajo perfil, aunque siguieron gozando de los privilegios de la amistad con Fox se tuvieron que replegar del primer círculo de poder.

Vicente Fox avanzó hacia la transparencia en un hecho inédito para México, años después Felipe Calderón y en forma reciente Enrique Peña Nieto respectivamente dieron largos pasos atrás en cuanto a la transparencia y rendición de cuentas.

Con todo y el desapego de Vicente Fox hacia el PAN, como primer panista del país se fajó los pantalones para continuar el proyecto de Acción Nacional en la Presidencia de la República, controvertido y vivaz Chente se la jugó con el candidato del partido que lo hizo diputado federal, gobernador de Guanajuato y Presidente de México.

Felipe Calderón en la elección presidencial del 2012 al no lograr imponer a Ernesto Cordero como candidato del PAN en un acto de revancha y resentimiento dejó al abandono a los panistas y a Josefina Vázquez Mota, un hecho que mando al PAN al tercer lugar de la contienda.

En el gobierno de Felipe Calderón la presencia de sus amigos fue constante y sonante, salvo casos destacados como Javier Lozano y José Ángel Córdova Villalobos, el resto del gabinete se caracterizó por pifias y falta de capacidad para ejecutar los cargos encomendados.

Felipe Calderón a pesar de los errores e incapacidades de muchos de sus hombres cercanos, se mantuvo fiel a la premisa profesada por los gobiernos priistas que dice: “a los amigos se les demuestra el afecto en la nómina”. Así Felipe Calderón demostró sus afectos en las secretarías que fallaron en la encomienda de garantizar la gobernabilidad de México, ¡simplemente no pudieron!.

Esa característica del Calderonismo también se extendió a los nombramientos autoritarios de Germán Martínez y César Nava en la dirigencia nacional del PAN, donde la opacidad en la rendición de cuentas y la dolorosa derrota en las elecciones intermedias de 2009 marcaron las gestiones de los Calderonistas al frente del CEN panista.

El rencor y resentimiento forman la base ideológica que mueve al grupo de Felipe Calderón representado por Ernesto Cordero rumbo a la sucesión en el CEN del PAN.

Cordero se mueve con un discurso de odio y de rencor, tal parece que su intención en hundir al PAN. Durante seis años los Calderonistas tuvieron la oportunidad de fortalecer y hacer crecer al PAN y, ¡no lo hicieron!.

Esos sentimientos de rencor han estado presentes en toda la vida de Ernesto Cordero, cuentan varios alumnos ex ITAM de prominentes familias diferentes anécdotas cuando Cordero fue su maestro en esa institución.

El apellido de Papi

Varios de estos personajes fueron objeto del rencor y resentimiento por parte de Ernesto Cordero, quien al discutir tema de calificaciones con sus alumnos les decía: “ya ven como el apellido de Papi y el auto del año no les ayuda en mi clase”. Un maestro simplemente califica el desempeño de los alumnos, ¡aprobado o reprobado!, no debe sacar a relucir sus complejos ni resentimientos, pero así es Cordero.

En el PAN debe prevalecer el debate de altura que los distinguió en otras épocas memorables, el rencor y el resentimiento no le ayudan en nada a un partido, menos a un México que hoy necesita continuar por el camino de los acuerdos que reflejen progreso, paz y gobernabilidad.

Editorial publicado en el portal político LA SILLA ROTA.

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