Musicología

Durante los últimos años, la musicología -disciplina dedicada al estudio erudito de la música (en su definición más breve)- ha tenido diversos cambios tanto en sus métodos y objetos de estudio, como en los fines que persigue y sus alcances. La separación entre esta disciplina y la etnomusicología cada vez es menor, o de alguna manera, tienen un mayor punto de contacto. No obstante, una de las características de la musicología todavía es distinguirse por el estudio de la música de arte. Es decir, una música cuyo discurso se fundamenta en un elemento o varios elementos estructuradores, planeados cautelosamente y definidos por el compositor.

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La disciplina de la musicología se divide comúnmente en dos ramas: histórica y sistemática. En la primera, su objetivo es describir a la música desde un punto de vista temporal, ya sea como parte de la historia de la música, o bien, como un objeto que tiene su propia historia. En el segundo caso, se distingue por referirse de forma más concreta a una obra musical a través del análisis. En cuanto musicología sistemática puede incluso valerse de otras áreas, disciplinas y ramas con la finalidad de ofrecer una explicación más completa y significativa.

Antecedentes

La música de cámara ha gozado del favor de los compositores desde el periodo clásico. Durante mucho tiempo, su carácter se mantuvo dentro de la música tonal (piénsese, por ejemplo, en Mozart o Brahms). Sin embargo, el siglo XX determinó cambios muy interesantes. De forma sucinta, por una parte, se propició la música atonal, que no responde a un centro de gravedad (por así decirlo). Por otra parte, el surgimiento de medio electrónicos modificó e incrementó el potencial composicional en cuanto texturas, colores, estilo y expresividad.

Electroacústica

El compositor Gonzalo Macías, profesor en la Facultad de Artes de la BUAP, se ha caracterizado por un estilo dentro de la música concreta y electroacústica. Sus obras abarcan diversos géneros, entre los que destaca el teatro, cámara y solistas. Dentro de estos géneros, el uso de medios electrónicos ha tenido un lugar muy importante. En 2006, compuso Límites itinerantes, obra electroacústica para viola sola, un ensamble orquestal conformado por una flauta, un oboe, dos clarinetes, un corno, un fagot, una marimba, un arpa, un piano y un quinteto de cuerdas, y finalmente, con dispositivo electrónico.

La obra fue estrenada en 2006 por el violista Omar Hernández Hidalgo (†) y la orquesta de Baja California, dirigida por Iván del Prado. Posteriormente, los mismos intérpretes la repusieron bajo la dirección de José Areán, para el 4º estival Internacional de Música y Musicología, en Ensenada Baja California. Un año después, se vuelve a escuchar en manos del mismo violista, y con la Filarmónica de la Ciudad de México, dirigida por Juan Carlos Lomonaco, en 23º Foro Internacional de Música Nueva “Manuel Enríquez”.

Grabación

La obra fue grabada en 2008 con otras electroacústicas del mismo compositor (Pasacalle, Hoquetus, Bésame Azul, Ex-In, Color) para conformar el CD con el título de Límites Itinerantes. El CD se presentó en diversos foros, y en programas de radio (“Hacia una nueva música” de Radio UNAM, dirigido por la compositora Ana Lara; “Sonidos de la noche”, de Opus 94.5, por Dulce Huet).

Descripción

El título de la obra, Límites Itinerantes, ofrece un sentido programático para escuchar y entender el discurso musical. Es decir, el título tiene parte de la clave para acercarse a la música. Así, después de escuchar la obra una primera vez es claro que hay elementos que deambulan a lo largo de la obra, pero bajo ciertos límites. En otras palabras, los eventos sonoros que se escuchan, sobre todo los electrónicos, se ciñen o son limitados por otro. En este sentido, la obra requiere de varias audiciones, pues es finalmente el oyente quien pone los límites de lo que escucha, si bien es el compositor en primera instancia, y los intérpretes en segunda, quienes sugieren el sentido del discurso.

La obra inicia y termina con la viola, la cual de hecho se escucha a lo largo de toda la pieza. Después de dos minutos entra el quinteto de cuerdas, y un minuto después hacen su entrada paulatina el resto de instrumentos del ensamble de cámara. La sección con dispositivo electrónico abarca la mayor parte de la obra (alrededor de 10 minutos, o las dos terceras partes de Límites). (Este texto continúa en “Lindes Programáticos”).