Como muchos poblanos ya nos hemos dado cuenta, las obras de pavimentación con concreto hidráulico en la 11 norte/sur ya están por concluir, y ahora sigue la etapa de instalación de la línea 2 del metrobús en esta misma vía.
 

El fin de semana tuve que ir al centro, y la forma más rápida para salir desde mi casa para allá, es tomar un camión que me deje en la 11 sur, y tomar otro que me deje en el Paseo Nicolás Bravo. Y eso hice. 
 

Al llegar a la 11 sur, frente al aurrera de San José Mayorazgo, me puse a observar las banquetas que habían sido restauradas. Ahora tienen canaletas para que los ciegos puedan guiarse con ayuda de sus bastones, además de rampas para discapacitados (aunque no en todas las esquinas). Qué bueno que se esté haciendo esto por los peatones, para que así la gente con discapacidades pueda sentirse más segura al salir a la calle. Lamentablemente, cuando me puse a ver más de cerca, noté que las canaletas están mal hechas, mal ubicadas, y podrían guiar a los ciegos hacia muchos obstáculos.

Esta es una canaleta que está mal puesta, y en varios tramos se desvanece en el resto de la banqueta.
 

Seguí caminando derecho y me topé con que la canaleta va directo a un parabús de Clear Channel, que está obstruyendo el paso para los peatones. Si bien la banca no estorba, el espacio para la publicidad sí. 

Temo que a lo largo de toda la 11 nos encontramos con este tipo de cosas. Postes de luz, de teléfono, señales de tránsito mal ubicadas. En fin: una serie de obstáculos que en mi opinión imposibilitan el correcto uso de esas canaletas y rampas para discapacitados, haciendo de esa parte de la obra una instalación inútil. 
 

Al ver este tipo de obras, sólo puedo llegar a dos conclusiones: a) Al gobierno no le interesa hacer calles para los discapacitados, y sólo hace esas instalaciones deficientes para la foto con sus cascos y chalecos "supervisando", así que su único propósito es el de publicitar al gobierno como "incluyente" y "modernizador", o b) Al gobierno sí le interesa hacer calles para los discapacitados, y hace instalaciones deficientes por ineptitud, falta de asesoramiento y/o descuido. 

En cualquiera de los dos casos, el resultado es el mismo: desperdicio de recursos públicos y calles que siguen siendo igual de malas y peligrosas para los discapacitados y para los peatones en general. 
 

Es responsabilidad de todos denunciar que pensamos que nuestros recursos están siendo mal gastados, y las obras están siendo mal hechas, lo cual no beneficia ni a la población, ni a nuestros bolsillos, y definitivamente no abona en lo más mínimo a la reputación de nuestros gobernantes. 
 

Ojalá este blog sirva para que alguno de los que me leen empiecen a ser más observadores con sus calles, y se atrevan a denunciar las pésimas obras y el desinterés en la población que los gobiernos demuestran con sus acciones.