En respuesta al mal estado de las calles en las ciudades de nuestro país, así como al pésimo trabajo de nuestros gobernantes y representantes para defender a los peatones, surgió hace unos meses la Liga Peatonal, un conjunto de organizaciones y colectivos cuya labor está orientada a la promoción y a la defensa de los derechos que todas las personas tenemos cuando somos peatones. 

La Liga Peatonal ha crecido mucho, y en poco tiempo he visto cómo cada vez llegan a más espacios, y su causa se vuelve cada vez más visible. Uno de sus logros más grandes ha sido la publicación de la Carta Mexicana de los Derechos del Peatón (#CMDP), documento que fue elaborado con base en el trabajo del primer Congreso Nacional de Peatones -que tuvo lugar en Pachuca, Hidalgo, en mayo de este año- y que busca dejar en claro que en nuestra sociedad el peatón merece un trato distinto al que actualmente recibe.

Pero no siempre fue así. No siempre el peatón fue abandonado por la regencia de las ciudades. Históricamente las ciudades eran lugares para caminar, pero a principios del siglo pasado, con el desarrollo de nueva tecnología y la masificación de la producción de los automóviles, así como el rediseño de las ciudades orientado al consumo del automóvil como una forma para detonar el desarrollo de ese sector, nuestras ciudades se transformaron radicalmente, dejando a los peatones alienados, y privilegiando al transporte privado motorizado. 

Ahora, ese modelo de ciudad está tan arraigado en nuestra cultura que nos es difícil imaginar que nuestro quehacer diario puede ser distinto. Entre puentes "peatonales", banquetas angostas -o inexistentes, límites de velocidad ridículos, así como un diseño urbano que pone en peligro al sector más vulnerable de la calle, los peatones, no es difícil darse cuenta de que tenemos mucho en contra, y por ende la peatonalidad debe ejercerse de manera combativa, en el sentido de que otros sectores están muy cómodos con el status quo, y nos corresponde a nosotros reclamar lo que nos corresponde: el reconocimiento de nuestra presencia en las calles, y de nuestro derecho a gozar de éstas en sus mejores condiciones. 

Este trabajo por la promoción y defensa de nuestros derechos es también un llamado a la sensatez. El modelo de ciudad actual no es sólo ineficiente, sino irracional, y desde la Liga se urge a las autoridades y a todas las personas en general a pensar en nuestras ciudades como espacios que se adapten a nuestras necesidades, y no al revés. ¿No es irracional que en una calle donde regularmente cruzan peatones a media calle se insista en obligarles ir hasta una esquina en vez de habilitar un cruce seguro en ese punto? ¿No es irracional que si atropellan a personas constantemente en una avenida pongan un puente peatonal, haciendo más tortuoso el tránsito peatonal, en vez de disminuir el límite de velocidad para los autos? ¿No es irracional que sea preferible dejar calles sin semáforos que permitan al peatón cruzar a nivel de piso, y en vez de esto se le obligue a usar los puentes? ¿No es irracional que existan calles con vueltas continuas para los automóviles y el peatón tenga que pasar toreando a los autos?  ¿No es irracional que se le culpe al peatón por intentar desplazarse en la ciudad cuando tiene tantos factores en contra? ¿No es irracional que mueran miles y miles de personas al año en accidentes relacionados con el auto y sigamos culpando a la educación vial antes que a las reglas y a las condiciones físicas actuales de nuestras calles? 

Lo que la Liga persigue es un espacio donde quepamos todos, sin importar si nos movemos en auto, en transporte público, en bici, o a pie (que sí cabemos), un espacio donde podamos elegir entre esas y otras alternativas de acuerdo a nuestros requerimientos diarios, y que no nos haga creer que necesitamos un auto para todo, sino lo contrario: un espacio público amable y armónico, que nos muestre que podemos elegir lo que más nos conviene, y que no importa qué alternativa elijamos, podemos cuidarnos entre todos.

Así pues, la lucha de la Liga Peatonal, con una bandera como la CMDP, es un esfuerzo constante por la dignificación al trato que como sector mayoritario de la población merecemos, pues sin importar nuestro medio de transporte, en algún momento del día, todos somos peatones. 

*Pueden encontrar la CMDP en el siguiente enlace: //ligapeatonal.org/carta-mexicana-de-los-derechos-del-peaton/

@dobbyloca