Si ya me han leído en el pasado seguro sabrán que me he declarado enemigo de los puentes peatonales, puesto que éstos no son para que los peatones "crucen seguros", sino para que los automovilistas puedan ir a altas velocidades sin pasar un mal rato por poner en peligro la vida de personas que se desplacen en medios de transporte más vulnerables. Es posible ver que los puentes en realidad son estructuras que le sirven más a los automovilistas y nada a los peatones, y ese desequilibrio debería de indignar a toda la población. 

Sin embargo, hoy escribo sobre otro sector beneficiado por los estas estructuras. Los puentes ubicados en las vialidades más transitadas en la ciudad de Puebla, como el de Plaza Dorada en el Blvd. 5 de Mayo, y en la vía Atlixcáyotl, a diferentes alturas son todos no sólo para que los peatones estén obligados a caminar sobre ellos, sino soportes para su propósito real: publicidad. 

(Vía Diario Intolerancia)

Los puentes al interior de la ciudad de Puebla no son pagados por el gobierno, sino que se concesionan a empresas privadas, quienes a cambio de construirlos y darles mantenimiento, adquieren el derecho a colocar publicidad en éstos, para obtener así beneficios por la renta de esos espacios, todo con el consentimiento del cabildo. Otra razón más para odiar las estructuras publicitarias que invaden el espacio público. 

(Vía Contraparte.mx)

No sé si en la zona de Angelópolis el caso sea el mismo, pero seguramente es similar. Sólo hace falta ver qué empresas se publicitan en esas construcciones para deducir que pagan bastante bien por ese espacio, y que las compañías concesionarias deben estar embolsándose bastante dinero por su renta. ¿Será que habrán logrado presionar lo suficiente a las autoridades poblanas para obtener las concesiones? ¿Será que hay autoridades que han permitido su construcción para promover su imagen? ¿Será que la colocación de los puentes ni siquiera responde a una supuesta necesidad imperante de una estructura así? 

(Vía Contraparte.mx)

La lógica me dictaría que si en una calle hay un semáforo y a nivel de piso ésta tiene líneas peatonales que van de esquina a camellón y de camellón a esquina, significa que ahí los peatones tienen un cruce. ¿Por qué entonces puentes como los de Plaza W, del CCU,  de los centros comerciales Vía San Ángel/Mazarik y Angelópolis, entre otros, están justo a la misma altura que los semáforos? ¿Qué lógica tendría poner puentes peatonales con publicidad encima justo en semáforos si no ofrecer bienes y servicios a las personas que deben esperar en esos altos? 

(Vía La Jornada de Oriente)

Tal parece que son las empresas dedicadas a la publicidad las que deciden dónde y cómo poner los puentes, dónde tienen los usuarios que esperar a los autobuses de transporte público, por dónde deben caminar los peatones y por dónde no, y no ofrecen elección alguna al usuario del espacio público. Cualquier anuncio en el espacio público que no dé otra opción más que verlo, no debería de existir; Banksy dice que en tal caso, también es de nuestra propiedad para alterar. Si bien no hago una apología del vandalismo, entiendo la frustración de él y muchos otros artistas urbanos que deciden intervenir espacios públicos que fueron invadidos por entidades privadas.

La vía pública no es una vitrina para que las empresas ofrezcan sus servicios o productos, y su infraestructura no debe ser determinada en función de lo que ciertas compañías dictan desde una lógica de mercado. ¿Dónde están los estudios de uso de transporte público de Clear Channel para justificar la instalación de sus "parabuses" que más bien son, tal como los puentes, un pretexto para la publicidad? ¿dónde encuentro un argumento razonable que respalde la existencia de puentes peatonales justo encima de semáforos? No existen tales, y si no hay motivo lógico alguno, por más que puedan ahorrarse unos pesos, las autoridades deberían desechar a estas empresas de su cartera.