Los partidos en la Angelópolis, siempre tienen la misma tónica. Entregar un gol en los cierres de partido. La noche del domingo, se confirmó toda esa lógica y el estadio se entregó a un solo grito, el gol.

Los triunfos en el descenso, tienen un sabor especial. Son visceralmente hermosos. Pasaron 50 días para que La Franja volviera a ganar, el gesto que marcó la noche, fue la carrera que pegó Cardozo tras el tanto de Esparza. ¡Los hombres, también lloran!

Los Camoteros, no solo ganaron, sino que aseguraron su permanencia en la Liga MX, por un año más. Dejando en el mismísimo Infierno a tres equipos, que paradójicamente en tres jornadas definirán su futuro. Monarcas (112), Jaguares (111) y Tiburones (111).

A pesar de que el triunfo, fue un éxtasis total. Puebla sigue, en el último lugar del Clausura 2017, con un punto de diferencia a comparación de su hermano Chiapas FC con 14 unidades.

La victoria Poblana, podría tener una respuesta. Regresar a las bases. Robert Herrera de central, Óscar Rojas y su corazón como lateral, Pablo Míguez con sus pulmones de contención, además de la dupla Torres-Toledo, y la titularidad de Jero Amione. 

En el tema de la portería, estoy convencido que se debe terminar ya, con la novela Campestrini-Puebla. Una relación que hiere ambas partes, no es sano para nadie. Y quedó demostrado, Villaseñor tiene el carácter para defender una cabaña, la cual se la dejaron ardiendo en las llamas de la porcentual.

Obviamente, lo único rescatable, fue asegurar la permanencia. Lo demás, está ahí, en las estadísticas; las cuales son malas.

¿Qué queda? Cerrar dignamente el torneo, definir quien seguirá. Hablamos principalmente del entrenador, entregarle a José Saturnino Cardozo, la potestad de armar su propio equipo, sin que nadie imponga jugadores.

Pero sobretodo, poner ya una piedra a una futura Casa Club, campo de fútbol o instalaciones propias, para así, en un pronto futuro tener un jugar de casa y no ser un albergue de extranjeros.

Euforia en Ciudad Universitaria    

    Vaya cierre que tuvo Lobos BUAP. De los últimos cinco juegos del Clausura 2017, La Jauría ganó tres, suficientes para meterse dentro de los ocho elegidos en el Ascenso MX.

Los Licántropos, jugaron bien, controlaron los tiempos, y vencieron a la UdeG, en el último juego de la temporada. Además, los Poblanos pueden presumir que cuentan con el máximo goleador de la Liga. Diego Jiménez, quién “mojó” en par de ocaciones para llegar a diez tantos. 

Sobra decir que el torneo que fue un vaivén para la Universidad, donde al final el discurso de Rafael Puente, tuvo sentido y productividad. 

Ahora queda pensar en Oaxaca siguiente rival en cuartos de final de la liguilla. Primero, miércoles en Ciudad Universitaria a las 19:30 horas, para después viajar hacia el estadio Benito Juárez, y jugar la vuelta. 

¿Posibilidades? Sí, en la postemporada, importa más como llegas a los encuentros decisivos, y Lobos cerró bien a pesar, de que existió una laguna entre la jornada uno a siete, donde volvió a ganar.

Esto es el Ascenso, no importa la forma sino el resultado. 

Manolo Rodríguez