No entiendo nada. Estoy verdaderamente indignada. Y por más que reviso la nota desde diferentes fuentes, mi perplejo asombro crece en lugar de mitigarse.

Y como este caso me cimbra hasta las falanges porque tuve una experiencia terrible de perder a mi hija por algunos años, trataré de ser lo más objetiva posible.

A ver. Resulta que soy una mamá que vive en el extranjero y que decido señalar que una chica que vive con una familia es mi hija que tengo perdida por el mundo.

Voy y denuncio. La autoridad escucha. Hasta ahí, todo bien.

Lo que me hubiera imaginado es que la ilustrísima autoridá hace una investigación a profundidad.

• Indaga si Alondra ha vivido con sus papás toda la vida o sólo desde 2007, por ejemplo.
• Toma el ADN de la supuesta mamá, de los papás y de la criatura, por ejemplo (porque según hemos aprendido en CSI, se puede hacer si tomas muestras de una lata de refresco o de un popote o algo así).
• Hace todas las pruebas de laboratorio, por ejemplo,
• Si es positivo, emite los documentos necesarios para que los papás con los que vive sean consignados, por ejemplo.
• Y emite un pasaporte o algún documento de validez internacional, por ejemplo.
• Entrevista a la chica, porque seguramente tiene aunque sea un vago recuerdo de algo, por ejemplo.
• Hace la transición y traslado lo menos violento posible, POR EL BIEN DE LA CRIATURA, por el fregado ejemplo.
• La entrega a la mamá que es supuestamente la de a deveras y asunto concluido.

No. Primero violentamos todo y luego veriguamos, sin importar daños colaterales de ningún tipo, ingresando a la chica a un país que no le corresponde y entregándola a una señora que en su vida ha visto.

La niña evidentemente ha vivido en un ambiente bastante sano, de lo contrario con todo este aterrador trámite ya estaría turulata. Trae buenas bases.

Y pues algo tan sencillo: la chava tiene 14 años. La hija de la señora de EUA desapareció en 2007, a los 7 años… ¿no tendría algún registro en la mente sobre su madre biológica, si fuera el caso?

En fin. Miles de preguntas para la estúpida autoridad. Toda. La mexicana, la gringa y la internacional Interpol.

En todo esto, lo que menos importó fue el bienestar de la muchacha: ¡Qué cosas propiciamos los papás (quesque por los hijos) con tal de salirnos con la nuestra! Sometemos a los hijos a lo peor... Y las instituciones gubernamentales, de cómplices.

Es aberrante.

(Para quienes necesiten antecedentes del tema: //eluni.mx/1I0vSeD)