Jose Antonio Lino Mina
¡Que la ciudad me lo demande!
Publicado: 02 de FEB 2014
0 comentarios
Estamos a punto de empezar un periodo excepcional; los presidentes municipales en el Estado de Puebla tendrán por única ocasión en la historia la oportunidad de gobernar CUATRO AÑOS Y OCHO MESES.
Uno de los argumentos -y justificaciones- recurrentes en muchos presidentes municipales es el tiempo de la gestión: El primer año es para entender el movimiento -dice la sabiduría popular- el segundo para trabajar y ya el tercero para ir cerrando. (Si este razonamiento es correcto, entonces sólamente hay trabajo fructífero una vez cada tres años ¡qué desperdicio!); así que desde febrero ese argumento no será válido para aquellos que nos prometieron todo en tiempos de campaña.
Y sin embargo nos encontramos con el principal obstáculo de (nuestra) la democracia (o de la administración de lo público, para no abusar de la palabra) : la rendición de cuentas.
Si tomamos en cuenta que en CADA INFORME de gobierno de cada presidente de la república, de cada gobernador y de cada presidente municipal y últimamente hasta de cada diputado (que con tal de aparecer en espectaculares es capaz de decir que va a rendir un informe de trabajo parlamentario), se nos dice que ahora sí, que este año que acaba de pasar fue MEJOR que el anterior; que con mi gestión ahora sí se pavimentó esa calle; que ahora sí se puso esa cancha o que ahora sí se hizo tal ley; entonces deberíamos vivir en el país de las maravillas, pero no es así.
¿Qué sucede? ¿Donde está el truco? Está en que las promesas de campaña se formulan de tal forma que no se pueden medir.
Vamos a poner un ejemplo. Un presidente puede prometer (y firmar ante notario, claro, por supuesto) que va a MEJORAR LA INFRAESTRUCTURA CARRETERA. Bien, pero eso ¿qué significa? Para mí puede significar que va a construir una red troncal nacional de 5,000 km en cinco años, mil kilómetros al año; para mi vecino pude significar que va a pavimentar la autopista del sol y para él, que prometió esto, puede significar que va a asignar la administración de las carreteras a un particular. Si hace esto último puede decir que cumplió un compromiso de campaña aunque mi vecino y yo nos llenemos de frustración.
Por eso a mi me gustaría que el primer día de la gestión se nos dijeran las METAS CLARAS que vamos a alcanzar con el CALENDARIO donde se nos diga CUANDO LAS VAMOS A ALCANZAR.
Para hacer esto no tenemos que inventarnos más leyes o reglamentos, basta con usar indicadores muy sencillos, aquí van unos ejemplos.
1. Metros que tiene que caminar una persona para encontarse con un parque. Esto significa que yo, saliendo de mi casa, debería encontrarme con un parque sólo con caminar 1000 (por ejemplo) metros EN CUALQUIER DIRECCION! ¿Qué tal si el objetivo es llevar esta distancia precisamente a eso, a un máximo de 1000 metros? El plan podría ser que en el primer año se tejiera una red cada 4,000 metros; luego cada 3,000 para llegar a la meta de 1,000 metros al final de la gestión. Sería algo muy claro que no dejaría dudas. La acción consistiría en un programa de expropiaciones de terrenos para lograr esta infraestructura en TODA LA CIUDAD (no sólo por donde pasan los autos de lujo) a lo largo de los 4 años y 8 meses.
2. Metros lineales de banquetas. Podemos saber hoy cuantos metros de banquetas EN BUEN ESTADO (no cuentan las banquetas que le sirven de rampa a las cocheras de los particulares que AGANDALLAN el espacio público) existen en las ciudades. Bien, se pude decir que el primer año se construirán 10 km, el segundo otros 15 km y el tercero otros 30 km. Hay metas, hay objetivos, se puede dar seguimiento.
3. Una red de contenedores de aportación voluntaria de residuos sólidos. Al igual que con los parques, se puede pensar en que la meta sea una radio de 500 metros. Bien, es posible diseñar un programa escalonado que permita alcanzar esa meta paso a paso.
En fin, podemos seguir con TODOS los aspectos de la adminsitración pública, TODOS pueden (y deben) ser medibles de forma muy concreta, sin dejar dudas y sin prestarse a interpretaciones subjetivas.
Se necesitan dos cosas :
1. Un plan de acción MUY CLARO (saber a donde se quiere llegar)
2. Voluntad política para CORRER EL RIESGO que significa no cumplir con lo prometido.
Algo más, con un plan así, los ciudadanos nos daríamos cuenta que los administradores de la ciudad NO PUEDEN (por más que lo quieran) resolver TODOS los problemas de la ciudad en tres años, ni en cuatro años ocho meses ni en seis años.
En ese país de las maravillas me gustaría vivir.
Ojalá podamos verlo.
Me gusta la niñez. El diccionario de la Real Academia de la lengua define a un niño como Niño, ña. (De la voz infantil ninno). 1. adj. Que está en l...
Me gusta la niñez. El diccionario de la Real Academia de la lengua define a un niño como Niño, ña. (De la voz infantil ninno). 1. adj. Que está en l...
O dicho de otra forma: el futuro será mejor. Un mensaje de optimismo que para mí es más bien de esperanza. Me llegan mensajes, imágenes, fotogra...
Fragmento de un diálogo entre dos señoras que escuche está mañana en una verdulería de Cholula. - ¿Qué pasó? ¿Ahora las uniformaron? - Sí, nos dijo la señ...
-
BlogHace 2 días por:
Bariatra en Puebla - Dr. Alejandro Domínguez Díaz - Med...
La suero terapia, también conocida como terapia de sueros intravenosos (IV), es un tratami...
-
ÁLBUMHace 803 días por:
Pon tus manos con expertos, Salón Martín te dejará unas uñas espectaculares...Agenda tu ci...
-
EVENTO11 AGO - 30 JUN
El mirador en Atlixco se encuentra en la zona poniente del Cerro de San Miguel, cerca de...
-
PELÍCULAEn cartelera
Cuando una joven estadounidense es enviada a Roma para comenzar una vida de servicio a la...