Ernesto Aroche Aguilar (@earoche)*

Hace unos días Alejandro Mondragón, uno de los socios de Status Puebla, escribió: “Puebla sin Fronteras cerró ‘temporalmente’. La Jornada de Oriente se volverá semanario, al igual que el diario Cómo que sólo saldría una vez cada ocho días. El Popular admite vetos”.

(Aunque un trabajador de La Jornada negó a quien esto escribe las afirmaciones del autor de la columna Al Portador y conductor del segmento matutino de noticias en la estación de radio digital Status).

Los tres primeros impresos fueron medios que en la pasada elección apostaron por el candidato del PRI, Enrique Agüera Ibáñez, incluso Puebla sin Fronteras y el diario Cómo se prestaron a la promoción sin medias tintas al crear periodiquitos de bolsillo que ensalzaron la figura del ex rector.

Los ajustes de cuentas tras la batalla electoral llegaron también al diario El Heraldo de Puebla, un periódico con una línea editorial muy clara, golpear mediáticamente al gobernador Moreno Valle. (Y por si la línea no era del todo clara, el impreso propiedad del empresario Ricardo Henaine destina un cuarto de su portada todos los días a una serie de insertos en los que se exige la devolución de predios, empresas y propiedades que Henaine obtuvo en los sexenios de los gobernadores priístas Mario Marín Torres y Melquiades Morales Flores).

El diario recortó hace unos días a su plantilla de reportero, editores, distribuidores y demás. Una decisión que se veía venir pues tras los resultados de la elección –el triunfo en la capital del estado, en los municipios más grandes y casi en la totalidad de las curules en juego-- lo que se consolidó fue el poder del gobernador Moreno Valle (y por si hiciera falta hacerlo más visible ahí está la detención del notario Juan Carlos Salazar Cajica).

¿Que pierde la sociedad con el cierre, recorte de edición y personal de diarios como Puebla Sin Fronteras, El Heraldo o Cómo? Informativamente poco (lo que se pierde, claro y no es cosa menor, son puestos de trabajo). Como muy poco gana la sociedad informativamente hablando con la existencia y el crecimiento de diarios como Síntesis, que hacen del boletín enviado por el gobierno del estado su nota principal del día.

Una relación que no es gratuita: el diario facturó en el 2011, el primer año del sexenio 10 millones de pesos. Y de acuerdo con una nota de Reporte Índigo Prida Huerta obtuvo contratos de construcción de obra que rebasan los mil millones de pesos.

En 2011 con el cambio de gobierno del estado (muerto el rey, viva el rey) los medios también sufrieron reacomodos: los que durante el sexenio de Marín vivieron del poder pasaron a vivir ahora en contra del poder y algunos viceversas, otros más sólo cambiaron al personaje de la portada pero la política editorial sigue siendo la misma: reproducir el discurso del poder.

¿Y en todo esto, quién pierde? La sociedad en su conjunto. Una sociedad sin información sustentada y de peso que ayude a una buena toma de decisiones es una sociedad controlada y rehén de los grupos de poder.

*Director del portal de noticias Lado B