Un alivio para muchos poblanos recibir a un nuevo alcalde para la ciudad y digo alivio porque todos sabemos de la deteriorada relación que mantenían Rafael Moreno Valle y Eduardo Rivera. Dicha relación afectó indirectamente a la ciudadanía durante estos años debido a que realmente no se logró una sinergia real entre el gobierno del estado y el municipio de Puebla.

Además de contar con una personalidad mucho más imponente que la del alcalde anterior, Tony Gali cuenta con el respaldo del gobernador y del gabinete estatal, situación que lo beneficiará políticamente, pero lo más importante es que nos beneficiará a todos los poblanos.

Sin embargo, Tony, quien ha logrado mantener una relación sana con el gobernador deberá saber manejar la situación, ya no como una extensión d

e RMV sino individualmente y no seguir cada instrucción del mismo sino valorar qué será mejor para la ciudadanía y velar por nuestros intereses a pesar de lo que diga su ex jefe. Algo complicado, pero que de no hacerlo le traería muchas críticas y pasaría a ser un títere más de nuestro gobernador; situación que no lograría beneficiarlo políticamente y le restaría credibilidad frente a los ciudadanos.

En lo personal, espero buenas cosas de este gobierno, pero así como he depositado mi confianza en el mismo, estaré atenta a cada movimiento y exigiré que se cumpla lo que se me ha prometido. Después de tres años grises para el gobierno municipal y observar a un alcalde minimizado por la maquinaria Morenovallista, los poblanos esperamos acciones y notoriedad de nuestro nuevo presidente municipal y su gabinete. Caras frescas que devuelvan a Puebla seguridad y estabilidad social que tanto presumió este gobierno, pero que nunca vimos materializadas.