El glaucoma es una enfermedad ocular crónica que afecta el nervio óptico y puede causar pérdida de la visión si no se trata adecuadamente. Cuando las terapias médicas y los tratamientos con medicamentos no son necesarios para controlar la presión ocular, los procedimientos quirúrgicos se prefieren en una opción crucial para prevenir el daño continuo al nervio óptico y mantener la salud visual.

Existen varios procedimientos quirúrgicos utilizados en el tratamiento del glaucoma, cada uno diseñado para reducir la presión intraocular y conservar la función visual.

Algunos de los procedimientos más comunes incluyen:

• Trabeculoplastia con láser: En esta técnica, se utiliza un láser para aumentar la capacidad de drenaje del sistema de drenaje natural del ojo, conocido como el ángulo de drenaje. Hay dos tipos principales de trabeculoplastia con láser: argón y selectiva. Ambos apuntan a mejorar el flujo de líquido del ojo y, en consecuencia, reducir la presión intraocular.
• Trabeculectomía: En este procedimiento, se crea un pequeño canal en la parte blanca del ojo (esclera) para permitir que el líquido intraocular drene debajo del tejido ocular superficial y forme una bolsa de filtración. Esto ayuda a reducir la presion ocular. A veces, se puede utilizar un dispositivo llamado "válvula de drenaje" para mejorar el flujo de líquido.
• Implante de drenaje: Los implantes de drenaje, como el dispositivo Ahmed o el dispositivo Baerveldt, son pequeñas válvulas que se colocan en el ojo para desviar el líquido acumulado hacia una cámara subconjuntival. Esto alivia la presión ocular y reduce el riesgo de daño al nervio óptico.
• Cirugía mínimamente invasiva (MIGS): Estas técnicas son relativamente nuevas y menos invasivas que las cirugías tradicionales de glaucoma. Incluyen procedimientos como la cirugía de trabeculotomía con láser, la inserción de microstents y la cirugía de esclerectomía profunda no penetrante. Estos métodos tienen como objetivo mejorar el drenaje del ojo con menos riesgos y un tiempo de recuperación más corto.
• Ciclofotocoagulación: En este procedimiento, se utiliza un láser para destruir selectivamente parte del tejido que produce líquido en el ojo (cuerpo ciliar). Esto reduce la producción de líquido y, por lo tanto, disminuye la presión ocular.

Es importante destacar que la elección del procedimiento quirúrgico depende de varios factores, incluida la gravedad del glaucoma, la salud general del paciente y las condiciones oculares específicas. Los oftalmólogos evaluarán cuidadosamente cada caso y discutirán las opciones disponibles para determinar la mejor estrategia de tratamiento. Como en cualquier procedimiento médico, es fundamental seguir las indicaciones postoperatorias para garantizar una recuperación exitosa y una mejor calidad de vida para los pacientes con glaucoma.