Antes del campeonato que ganó aquella sub-17 con Jesús Ramírez como entrenador en 2005, México no pintaba en absoluto en los mundiales juveniles, con excepción del segundo puesto en el sub-20 de 1977, con aquella final perdida en penales ante la URSS.

Hoy no es una sorpresa que México esté entre los mejores en cada torneo juvenil que se disputa. Luego del histórico campeonato en Perú, han llegado el otro sub-17 del 2011 en el Azteca, el tercer lugar del mismo año con la sub-20, la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres y ahora sub-campeonato sub-17 con un gran torneo de los jugadores dirigidos por Raúl Gutiérrez, técnico ya histórico en ésta categoría.

Definitivamente el trabajo que se hace con las selecciones menores - que es muy diferente a mencionar lo que se hace en clubes – es muy bueno. Buscando la continuación de sistemas de juego y las giras previas a los torneos internacionales. Este equipo tuvo la siguiente preparación: Sudamérica, Torneo U. Católica, España, Gradisca, Francia, Italia, Copa Saprissa, Torneo Toyota, Torneo AGS, Brasil y Marbella. Otras selecciones hacen algo parecido, pero algunas apenas pueden juntar a sus jugadores unos días antes.

En la FMF se le pone amplia dedicación a esto con el objetivo de ganar, forjando una mentalidad competitiva. Se logra conjunción en los equipos priorizando que destaque el conjunto por encima de las individualidades, las cuáles también salen a flote obviamente. Luego depende ya de los clubes, que posteriormente deben cooperar para continuar los procesos de formación y que el talento, carácter y mentalidad los haga crecer como personas y futbolistas profesionales. Los directores técnicos que conozcan sus historiales para saber explotar todo el potencial, tarea primordial de un entrenador, sacarle todo el jugo a sus dirigidos- cosa que no ha pasado con Giovani Dos Santos. También evitar que la afición y la prensa principalmente los revienten al primer error, ya que aunque se quiera minimizar, la presión que se ejerce sobre ellos los rebasa o los hace desinteresarse por este entorno y concentrarse en el propio como el caso de Carlos Vela actualmente.

Lo que se debe entender es que el proceso continúa. Es obvio que no todo el plantel que logra el campeonato logrará el mismo nivel para ser indiscutible del Tri y que también aparecerán otros que lleguen más tarde a su proceso, ‘Chicharito’ es uno de ellos, que al final siempre ha demostrado tener un romance con el gol, excepto por esta mala racha que ha atravesado con la selección mayor. Ni Cuauhtémoc ni Borgetti jugaron mundiales juveniles, Rafa Márquez por su parte sí participó en sub-20 con una destacada actuación, forjándose como el líder capitán que hasta hoy lo es con la mayor.

Ejemplos de otros contemporáneos como Ronaldinho que ganó un sub-17 o Lionel Messi un sub-20 para luego enamorar a todo el mundo años más tarde. Xavi y Casillas lideraban al equipo español en 1997 quedando terceros y reflejando más de 10 años después de lo que eran capaces junto a otras generaciones posteriores. Mundial de Francia ’98 y México aunque se queda en octavos de final nuevamente es animador del torneo, mientras Estados Unidos termina como último del certamen, pero un año después en el Mundial sub-17 emergen Beasley, Onyewu y Landon Donovan que es nombrado Balón de Oro del torneo. Los resultados tardaron en llegar pero hasta hoy estos jugadores ya veteranos son los que tienen a los estadounidenses como los mandones en Concacaf.

Moreno, Giovani, Vela, Chicharito han seguido un proceso mal llevado directivamente que les ha pesado en camino a su segunda copa del mundo, aunque tienen juventud y nivel para continuar su paso exitoso como se denota en sus clubes y entonces llevarlo al Tri. Villaluz, Aldrete y hasta Juárez se han ido quedando. Pero aparecen otros que los secundarán si se sabe llevarlos y darles las oportunidades: Jorge Enríquez,  Diego Reyes,  Ulises Dávila, Héctor Herrera. De ahí que se junten con la generación reciente de Jesús Corona, Marco Bueno, Jesús Escoboza o el más talentoso pero que menos juega Jorge Espericueta.

Ahora ya levantan la mano hacia el futuro Alejandro Díaz, Iván Ochoa, Ulises Rivas y Raúl Gudiño como los más destacados. Seguirán su proceso para esperar verlos pronto en sus clubes y en el Mundial sub-20 de Nueva Zelanda en 2015.

Se debe aprender de otras selecciones a llevar adecuadamente los procesos. Que no hay que apresurar pero tampoco frenar, se deben tomar las decisiones exactas para llevar a los jóvenes que si bien tienen potencial, aún tienen mucho que demostrar y por lo visto, grandes opciones de triunfar a nivel individual y también colectivo representando al futbol mexicano.

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