¿Es posible disfrutar una película con actuaciones mediocres, guión flojo e irregular tono, sólo por la atmósfera que evoca? En mi caso, la respuesta es "sí", aunque estoy consciente de que no todos los lectores compartirán mi bizarra obsesión con el cine canadiense. "Tres Solteras y Un Casado" se de ... más» ¿Es posible disfrutar una película con actuaciones mediocres, guión flojo e irregular tono, sólo por la atmósfera que evoca? En mi caso, la respuesta es "sí", aunque estoy consciente de que no todos los lectores compartirán mi bizarra obsesión con el cine canadiense. "Tres Solteras y Un Casado" se desarrolla en una pequeña comunidad de New Brunswick, en Canadá, donde encontramos a tres buenas amigas que pasan un último verano antes de tomar rumbos distintos por la vida. Keira (Caroline Dhavernas) es una cínica chica sin más ambición que seguir trabajando en una cafetería rodante; Lisa (Holly Lewis) es muy religiosa, pero no está segura de su futuro en un colegio adventista; y Glory (Amanda Walsh) es una disciplinada joven que tiene bien planeado su futuro. Sin embargo, Keira y Lisa descubren accidentalmente que Glory mantiene un ilícito romance con Keith (David Boreanaz), el rudo narcotraficante local, cuya esposa trabaja como enfermera nocturna. Entonces, tras la sorpresa inicial, las dos muchachas deciden participar en el romance, forzando a Glory a compartir su relación. Desde luego, las cosas salen rápidamente de control y cambiarán sus vidas para siempre. Si no fuera por la presencia de actores medianamente conocidos (David Boreanaz apareció en la serie televisiva "Angel" y Caroline Dhavernas en "Wonderfalls"), "Tres Solteras y Un Casado" podría tomarse como una película realizada por aficionados, pues sus bajísimos valores de producción y su inusual desenfado dramático y estilístico parecen producto de la improvisación y la carencia de recursos. Sin embargo, me inclino a pensar que tal sencillez refleja simplemente un entorno cultural que, en mi humilde (y probablemente errónea) opinión, hace la cinta mucho más cordial y simpática. Además, podría seguir especulando que la aparente ausencia de foco narrativo es una audaz decisión artística, que no busca predecibles arcos dramáticos en los personajes, ni posturas morales que coincidan forzosamente con los estándares de la mayoría. Esa ambigüedad enriquece la película, aunque hace un poco difícil asimilarla, cuando no hay héroes definidos ni villanos evidentes. Como dije, disfruté bastante "Tres Solteras y Un Casado", pero no por sus valores cinematográficos intrínsecos (aunque ciertamente los tiene), sino porque está impregnada de ese casual encanto canadiense que hemos visto en cintas de similar manufactura, como "My American Cousin" y "Ginger Snaps". Como comedia es un poco simple; como drama es bastante irregular; pero como retrato de una pequeña comunidad canadiense es bastante divertida y libre de pretensiones. Merece una tenue recomendación, con la debida advertencia de que no será para todos los gustos, tanto por su ambigua moralidad como por su inestable narrativa. Pero para fanáticos del simpático acento canadiense ¡no se la pierdan! (POR: Pablo del Moral, Cinencanto)  menos«