La violencia es el último recurso para solucionar problemas - "Aunque no deja de ser un producto agradable en su historia acerca de entrenar duro para vencer obstáculos y lograr objetivos personales, a este filme lamentablemente se le nota bastante inverosímil, ingenuo y previsible en sus trazos narrativos ... más» La violencia es el último recurso para solucionar problemas - "Aunque no deja de ser un producto agradable en su historia acerca de entrenar duro para vencer obstáculos y lograr objetivos personales, a este filme lamentablemente se le nota bastante inverosímil, ingenuo y previsible en sus trazos narrativos. El argumento nos presenta al típico muchacho pobretón pero buena persona que llega a la gran ciudad y termina enamorando a la ex novia del jefe de los bravos pandilleros que arreglan todo con la fuerza bruta y con necia crueldad en sus comportamientos. Como es molestado constantemente por ese grupo de violentos decidirá entrenar bajo las órdenes de un experimentado karateca japonés que vive cerca de su casa. De esta manera la película nos presenta una entretenida aventura sobre el valor de la amistad, sobre el contraste en la forma de pensar y obrar que existe entre el usar la violencia para agredir y lastimar o sólo utilizarla en casos de extrema necesidad para defensa personal, sobre cómo el amor debe superar la diferencia de clases sociales, sobre el acoso escolar basado en la impunidad de quien obra amparado por la fuerza de una pandilla de patoteros que exudan pus y mala fe por cada uno de sus infectados poros, sobre el buscar la forma de no bajar los brazos en la lucha por no dejarse pisotear por aquel estúpido vacilón con ínfulas de superioridad. Pero lo más interesante del filme es algo que se muestra sutilmente, y ello es que John G. Avildsen termina realizando un solapada crítica a la conducta agresiva y racista americana, la cual en este filme se puede ver en el líder de la pandilla de los "Cobras" (el más zopenco de todos por ser el mayor y el que pregona con el mal ejemplo a ese grupo de niñatos pijos que se dejan llenar la cabeza con ideas destructivas), un veterano de la guerra de Vietnam que no disimula en nada su odio segregacionista hacia el oriental instructor que da clases al "karate kid". La banda sonora tiene un par de temas pegadizos y que además relacionan el contenido de sus letras con el carácter y los conceptos que vemos desde las imágenes que aparecen pantalla. El más destacado según mi opinión es el tema de Bananarama "Cruel Summer". Una pena que la cinta demore mucho en llegar al clímax del conflicto principal, el cual se logra cuando comienza el torneo de artes marciales que demostrará quién es el más inteligente: si aquel que piensa que el rival es un enemigo al cual hay que destruir despiadadamente o aquel que sabe golpear en los momentos claves y precisos sin abusar en el uso de la violencia. También es una lástima que la cinta no sea demasiado creíble en sus alternativas, que se note muy de antemano cuál será la resolución y que además quede muy anticipadamente en evidencia cuál es el mensaje aleccionador que se desea transmitir. Por si fuera poco el entrenamiento del jovencito deja mucho que desear desde la lógica y es muy complejo creerse lo que se nos muestra en pantalla. A ello se suma un desenlace muy precipitado que no deja un buen sabor en ese momento tan determinante como es el de la conclusión de la historia. A pesar de todo lo negativo mencionado anteriormente, la cinta logra aprobar porque logra en cierta manera que el espectador se implique emocionalmente con los pesares y las ansias de progreso del personaje principal". - Autor (a): Betomovies de Santa Fe, Argentina   menos«