Hace una semana, el comentario de cada domingo se trató de tres sucesos en los cuales gente común y corriente expresó de una u otra manera su inconformidad ante el actual gobierno calderonista, esta semana siguiendo con el tema no podemos olvidar a uno de los personajes públicos más importantes y controversiales del periodismo mexicano que también por medio de ciertas publicaciones nos ha dado a conocer que el gobierno federal no es como la publicidad lo pinta. Me refiero al ex director del Semanario Proceso, Julio Scherer García, quien esta semana sacó a la venta su libro “Calderón de Cuerpo entero” en el cual su principal fuente de información es el ex dirigente panista Manuel Espino quien cuenta aspectos de la vida personal de Felipe como lo son sus  presuntas borracheras además, nos comparte los pactos, las alteraciones, las falsificaciones, las reuniones secretas y otras situaciones más que el ejecutivo no dio a conocer o censuraba por preservar imagen y una legitimidad que le ha costado más 50,000 mil muertos. En mi opinión, si el próximo ex presidente no es juzgado por la justicia debido a sus crímenes de lesa humanidad, Felipe sí será juzgado por una sociedad que en su mayoría: Lo odiará, criticará y en el caso de Sherer, mío y otros, no perderemos la oportunidad de archivar a manera de libros o comentarios todo lo que México vivió durante seis años. Obedeciendo a mí afirmación anterior en cuanto a querer hacer constancia de los desatinos del gobierno, hoy les quiero contar una de las últimas ineficiencias y fallas gubernamentales que salieron a la luz pública esta semana. Se trata del caso de un presunto desvió de recursos públicos por más de 3 mil millones de pesos que ocurrió durante la gestión del panista y ex director del Instituto Mexicano del Seguro Social, Juan Molinar Horcasitas quien además de estar involucrado en la tragedia de la guardería ABC, según la Auditoría Superior de la Federación determinó que Molinar autorizó un contrato para el Servicio de Administración y Soporte de Aplicaciones de Cómputo donde el director de este programa terminó siendo un primo de la esposa del presidente Calderón, Carlos Felipe Castañeda Gómez del Campo. Se presume que en este contrato hubo: daño patrimonial al erario federal y además se pagó tanto por obras no concluidas y, otras concluidas pero no utilizadas. Ante esto diputados federales del PRI, PRD, Verde ecologista y el partido del Trabajo anunciaron el miércoles de la semana pasada que interpondrán una denuncia penal contra quien resulte responsable de este crimen que me hace pensar muchas cosas, dejando a un lado el hecho de que ya es una tradición acomodar a los parientes donde se pueda cuando se es político tal y como Calderón lo hizo, me pregunto ¿Qué le dio a los diputados por querer preservar y cuidar el erario federal?, ¿no quieren que el dinero de los ciudadanos sea robado por otros y no por ellos mismos?, o quizá algunos de nuestros funcionarios sí son honestos y estamos entrando a una época de más transparencia y solidaridad causada por el hastío de la corrupción…. Esta última opción me es difícil creerla en cuanto a la esfera política pero en cuanto a la sociedad común creo en restos de conciencia y en que recapacitemos que en algunas acciones imitamos a los políticos que criticamos y somos precursores de un sistema que bien sabemos nos afecta pero no basta con estar enterados de esto, basta con pequeñas o grandes acciones que cambien a un país entero que como hemos visto, no puede ser cambiado por militares, políticos o policías.