Seguro ustedes como yo, han escuchado a muchas personas decir que Puebla se ve mucho más bonita y que todo es gracias al gobernador Rafael Moreno Valle y a sus puentes, distribuidores y por supuesto, a sus parques lineales; quizá ustedes mismos han pensando eso en algún momento. No los culpo, Puebla sí se ve distinta, pero hay cosas que no solemos saber, de otro modo no estaríamos tan contentos.

Ésta es la cuarta y última entrega de una serie de publicaciones que explican por qué yo no acepto los Parques Lineales y ustedes tampoco deberían. El primer texto habla muy brevemente sobre conectividad, pueden leerlo AQUÍ, el segundo habla sobre la afectación a la economía local que pueden leer AQUÍ y el tercero trata en pocas líneas el tema de la inseguridad que encontrarán AQUÍ.

4. Cultura vial de respeto al ciclista

Casi olvido que debía este último texto, pero hace unos días que iba circulando en la Atlixcayotl sucedió algo que me lo recordó.

Un parque lineal así como las ciclovías, son infraestructura que segrega al ciclista, lo aparta de la calle al considerar que el lugar por donde van los automóviles es un espacio peligroso para quien va en bicicleta. Esta es una idea que muchas personas comparten, la calle es peligrosa por sí sola. Este pensamiento cochecentrista ha afectado el diseño de las ciudades y las políticas de movilidad e inclusión, porque las calles no son peligrosas, el adjetivo lo ponen los usuarios.

A muchos de quienes leen esto, seguramente no les tocó, pero otros sí disfrutamos de alguna vialidad en la que no pasaran tantos autos, tuvimos una infancia jugando en la calle.

Un ejemplo tan sencillo como ese debería dejar claro una cosa, las calles no son peligrosas, son los automóviles, quienes los conducen y la velocidad a la que manejan, quienes hacen de estos espacios zonas de alto riesgo. De allí que ese pensamiento sea cochecentrista, pues considera que los autos no son el problema sino todo lo demás.

A veces ruedo por la Atlixcayotl en el carril derecho, por el que casi nunca hay autos, y si los llego a haber van lento porque van a entrar o salir a algún fraccionamiento o plaza comercial. Tomo el carril completo por seguridad. Hace unos días un señor atrás de mí comenzó a sonar su claxon a lo que le hice señas para que me rebasara por la izquierda. Lo hizo y me gritó "súbete a la ciclopista". Lo alcancé en el semáforo y de la manera más amable posible le comenté que no subiría porque era infraestructura recreativa y yo no andaba haciendo ejercicio ni paseando. Platicamos durante su semáforo y agradeció que le haya explicado la diferencia entre ciclovía y ciclopista, siguió su camino no sin antes decir "pero la ponen para tu seguridad, mejor usarla, los autos son peligrosos".

¡Tan cierto! Los autos son peligrosos. Entonces la solución es clara, hacer menos peligrosos esos vehículos que pesan toneladas, disminuir la velocidad, crear cultura vial basándose en el respeto y la empatía.

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-Esto no sólo sucede en la Atlixcayotl, a muchos ciclistas como a mí, nos han mandado a la ciclovía aunque estemos a kilómetros de una y hacia donde vamos no haya una; nos han mandado a los parques, aún cuando no estamos dando un paseo o haciendo ejercicio; nos han mandado a subir a la banqueta, en clara ignorancia pues esos espacios son del peatón.

-Antes de que digan que esa avenida es de alta velocidad, déjenme decirles que por el simple hecho de que en ella hay universidades, plazas comerciales y viviendas, la velocidad debe disminuir y dejar de ser de alta.

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Ahora sí, ya que leyeron los cuatro textos sobre los parques lineales y por qué no son tan buenos como nos los intentan vender ¿siguen pensando igual?

Recuerden que pueden dejarme comentarios aquí, o contarme sus opiniones en Twitter a @el_sexy.