Hace unos días leí en uno de los pocos grupos de los que formo parte en Facebook, a una persona quejándose, pues se había topado con una rodada ciclista en la calle y justo cuando el semáforo de puso en verde para que ella avanzara el grupo de irresponsables pedaleadores infringieron la ley y siguieron circulando, evitando así que ella continuara con su camino.

Como soy de esas personas que cuando se trata de movilidad (transporte público, autos, bicis, peatones) no se puede quedar callado, rápidamente le respondí. Acto seguido algunos otros opinaron sobre la irresponsabilidad de las personas que iban en bici al no detenerse cuando el semáforo se puso en rojo. Respondí con comentarios precisos que en conjunto forman esta entrada. A ver si me explico. Cabe aclarar que el grupo en Facebook en el que se desarrolló esta discusión es un grupo abierto específicamente con tema ciclista, tan ciclista que se llama Puebla en bici.

Los semáforos suelen durar, si no me equivoco y a ojo de buen cubero, un minuto o hasta menos. Por lo que ella estuvo detenida viendo ciclistas no más de 60 segundos. Las rodadas con más asistentes son las de los viernes, todos se reúnen a las 20:30 horas en el Zócalo capitalino y ruedan una ruta siempre distinta de aproximadamente 17 kilómetros. El número de quienes llegan a estas rodadas ha llegado a superar las 300 personas.

Ergo, en el tiempo en que 300 personas en bicicleta pasaron frente a ella apenas si pasó una luz verde ¡TRESCIENTAS PERSONAS EN MENOS DE 60 SEGUNDOS!

Alguien dijo que cómo era posible que si los ciclistas piden respeto ellos no respeten, que las rodadas son para demostrar que podemos convivir con los autos. Allí está equivocado. El mensaje de las rodadas no es "seamos amigos", a las rodadas hay que verlas como lo que son: son marchas, son manifestaciones, son ejercicios de visibilidad: "Mira Puebla, aquí estamos, somos 300 personas que cruzamos un semáforo en un lapso tiempo/espacio muy pequeño". No es un grupo de personas que se dirige a cenar a casa de su abuelita, no se están transportando.

En este caso, el grupo de ciclistas por ser los más vulnerables (después de los peatones) tiene la prioridad de paso, frente al auto. Como el grupo ya empezó a cruzar y sigue cruzando, entonces es la prioridad. Por eso no deja de pasar ni se debe detener.

El COREMUN indica (Artículo 279 y 281 bis.) que si al peatón o al ciclista lo agarra el rojo cuando ya está cruzando la calle, entonces el automovilista debe esperar a que pase. Entonces, imaginemos al grupo de ciclistas como un sólo ente, como un enorme tráiler pero VULNERABLE.

Siguiendo esa lógica, ni modo, les toca esperar a que pasen todos.