Juan Manuel San Martín Reyna

Director UDLAP consultores 

El día de hoy quiero hacer énfasis en que antes de poder comenzar a hablar de negocios, es necesario entender que como empresa establecida o como nueva empresa debemos llegar al mercado conociendo perfectamente cuál es nuestra ventaja competitiva, es decir, qué es lo que nosotros hacemos bien y mi competencia no puede hacerlo o le resulta difícil de imitar. En este sentido, nuestra ventaja competitiva puede venir de muchos lugares diferentes, puede ser que estemos ofreciendo un producto que ya existía pero con cierto grado de mejora que nos permite darle un mayor valor agregado al cliente (un ejemplo interesante en este sentido es Tere Cazola, es una panadería como hay muchas, sin embargo si quieres una auténtica rosca brioche, tienes que ir a comprarla con Tere Cazola, todos hacen roscas, las de Tere Cazola tienen un toque especial). Puede ser también que nuestra ventaja competitiva esté en contar con un producto y/o servicio que nadie más ofrece (Ipad por ejemplo, revolucionó el mercado de las tablets, hasta su llegada este mercado prácticamente no existía), puede ser que tu ventaja competitiva este en las parte de operaciones de la empresa (Amancio Ortega de Zara, ha hecho que el éxito de la compañía se base precisamente en la parte de la logística y contar con los suministros necesarios para las tiendas en tiempo y forma), o tal vez nuestra ventaja competitiva se encuentre en nuestros canales de distribución (Bimbo se caracteriza por tener muy buenos canales de distribución para sus productos), inclusive tal vez nuestra ventaja competitiva provenga de la ubicación de nuestro negocio (las tiendas de conveniencia Oxxo basan su modelo de negocios en la ubicación de sus establecimientos).

Es decir, nuestra ventaja competitiva puede venir de muchos lugares, pero no podemos tratar de sobrevivir en el mercado si no tenemos muy claro cuál será nuestra ventaja competitiva. Si no lo sabemos, todo nuestro esfuerzo y dinero se aplicará de forma ineficiente. Ahora bien, si logramos identificar nuestra ventaja competitiva, es importante que también sepamos que esta ventaja no durará para toda la vida, lo ideal es que ésta sea difícil de imitar, pero nunca imposible. No obstante, como ya comentábamos, entre más difícil sea de imitar, más tiempo nos dará a nosotros para aprovechar la ventaja que tenemos en la industria con respecto a competidores que pudiesen llegar (Ipad prácticamente generó la industria de las tablets y unos cuantos años después la competencia en ese sector es impresionante). Es por ello que resulta primordial que entendamos que nuestra ventaja competitiva no es eterna, durará lo que la competencia tarde en copiarla, no debemos dejar de mirar hacia delante, siempre pensando en nuevos proyectos para cuando la industria comience a volverse madura y se estanque. Si tenemos claro cuál es nuestra ventaja competitiva (qué es lo que hace que la gente venga a mi restaurante y no vaya a otro, porqué la gente se tendrá que hospedar en mi hotel, porqué me comprarán las autopartes a mí y no a otros), entonces seremos capaces de comenzar a plantear un escenario para nuestra empresa, podremos planear de cara a un futuro inmediato o de largo plazo, podremos utilizar la información a nuestro favor y lograremos trasladar todo esto hacia una mejor toma de decisiones.

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