Desde hace varios años, me invitan a dar pláticas en las universidades a los estudiantes de los últimos semestres, en algunos casos a nivel maestría. Mi charla siempre va enfocada en el tema empresarial y el objetivo que me propongo es ayudar a los jóvenes que algún día serán empresarios para que cometan los menos errores y que en el camino inicien empresarialmente sea lo menos sinuoso.

El salario emocional al dar la ponencia es simplemente ser fuente de inspiración y transmitirles que siempre se puede, a pesar de las adversidades. No solamente disfruto dar la plática, me encanta la sesión de preguntas y respuestas, porque es donde aprendo cada vez más y sobre todo, observo si logré despertar interés en el tema.

Especialmente en mi última charla, una de las estudiantes me preguntó: ¿Cuáles son las vacunas para no fracasar al iniciar un negocio? La pregunta me gustó bastante, y me inspiró para esta colaboración.

Vacunas contra el fracaso:

Perder el miedo. Que no se quede en el intento.
Enfoque. Seriamente ubicarte en qué y cómo lo quieres hacer.
Hacer un plan estratégico. Como sea con un profesional, o tú mismo, pero ponle orden a tus ideas y acciones.
Dosis de Paciencia. Todos al inicio queremos tener la billetera llena, no siempre se puede, la mayoría de las veces viene con el tiempo.
Disciplina y orden en tus acciones y más en los gastos.
Vender, vender, vender, vender, vender, vender y vender.
Sonreír siempre. Los negocios aún con un producto estándar, se basan entre otras cosas en relaciones; siempre da una sonrisa y toma un curso de cómo ganar amigos.
Delegar. Si deseas crecer y que tu modelo de negocio sea escalable, no hay otra. Delegar es obligatorio.
Revisar siempre que tu factor de diferenciación siga como tal; si ves que con el tiempo ya estás igual que tu competencia, busca implementar un diferenciador nuevo, para que tu producto siga siendo el mejor.
Pasión. Que tu motor diario sea la actitud para que la pasión sea tu fortaleza espiritual.

Sra. y Sr. Empresario, estos son solamente algunos tips, no están en orden de importancia ni tienen garantía.