En primer lugar, debe comprender la diferencia entre vómitos y regurgitaciones. Puede que esto no sea algo que se te haya ocurrido antes: regurgitación se usa normalmente como sinónimo de vómito. Si su gato está vomitando, está devolviendo comida parcialmente digerida a través del esófago.

La regurgitación en gatos y perros, por el contrario, es donde la comida que nunca llegó al estómago vuelve a subir. Es obvio cuando la comida se vomita en lugar de regurgitar: dicho sin rodeos, la comida se digiere parcialmente y se mezcla. La comida regurgitada se mastica pero sigue siendo mayormente como estaba cuando su mascota la tragó por primera vez.

El vómito del perro y el del gato son distintivos. Parece parcialmente digerido: casi como si la comida pasara por una licuadora. También puede verse verde, que es causado por la bilis (ácido del estómago). El vómito suele ser más motivo de preocupación que la regurgitación. Como siempre, este es especialmente el caso si su perro o gato vomita con regularidad. Si lo hacen, es probable que el problema sea un trastorno gastrointestinal.

Hay algunos signos de que algo más grave es el responsable de los vómitos. En particular, tenga cuidado con:

• Sangre en el vómito Esto podría indicar que su mascota tiene una infección, parásito o úlcera de estómago. También puede ser un signo de traumatismo en el tracto gastrointestinal.
• Dolor
• Abdomen hinchado Esto podría ser un signo de un problema con el tracto gastrointestinal de su mascota.
• Fiebre Los  gatos y los perros tienen una temperatura corporal más alta que los humanos. Su temperatura no debe exceder los 102,5 grados Fahrenheit. 
• Cambio en el apetito o en el patrón de bebida Si su mascota ha perdido interés en la comida o el agua, o bebe en exceso, esto puede ser un signo de enfermedad.
• Problemas para ir al baño La diarrea y orinar con frecuencia pueden ser indicios de que algo anda mal. En los gatos, hacer sus necesidades fuera de la caja de arena también es una mala señal. Los gatos a menudo evitan la caja de arena si tienen dolor o están enfermos.

Incluso si ninguno de los signos anteriores está presente, los vómitos frecuentes también podrían ser una mala señal. Si su gato o perro ha vomitado varias veces, o si el vómito ha durado más de un día, podría haber algo mal.

Es muy importante no acudir a remedios caseros, lo mejor será llevar al animal lo más pronto posible con el veterinario para que pueda evaluarlo y atenderlo lo más rapido posible. En Dog Spa contamos con servicio a domicilio para cualquier emergencia no dudes en contactarnos.