La toxicidad ocurre en el cuerpo cuando tenemos más toxinas de las que el cuerpo está capacitado para limpiar y se inicia su acumulación, daño celular, de tejidos y órganos. El balance normal del metabolismo es perturbado.

Aunque los aditivos se encuentran en pequeñas cantidades en los alimentos que consumimos, se estima que una persona con una dieta promedio de la sociedad actual, puede consumir cerca de 2.2 libras de aditivos por año.

Los intestinos juegan un papel fundamental en el aclaramiento de toxinas. El hígado deshabilita muchas de las toxinas transformándolas químicamente, y envía deshechos a los intestinos a través de la bilis. La sangre lleva los deshechos a los riñones y aclaramos toxinas también a través del sistema linfático, la piel (sudor), los pulmones y la mucosidad de los senos para-nasales.

El colon es el punto de inicio en la limpieza interna. Un colon cargado de materiales de desecho no metabolizados o excretados, impedirá a los otros órganos de eliminación cumplir con su labor.

Materiales putrefactos de deshecho en nuestro cuerpo, aumentan el crecimiento de bacteria dañina a la salud. En un colon normal la proporción de bacteria es de 85% de bacteria amigable o buena (lactobacilus adidophilus-bifidobacteria) y 15 % de bacteria dañina. En la mayoría de las personas el balance de la bacterias no es el correcto, aumentando la carga al sistema inmune (de defensa) y la posibilidad de enfermedad.

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Dr. Alejandro Domínguez Medicina Biológica y Medicina Regenerativa