Verdadera muestra variopinta de estilos, tonos y registros el que nos ha ofrecido Blier. Su obra puede catalogarse como una comedia romántica en clave melancólica pero lo cierto es que posee un no sé qué autoral que le puede jugar tan a favor como en contra. Cuánto exacerba los modos, los solemniza, los  ... más» Verdadera muestra variopinta de estilos, tonos y registros el que nos ha ofrecido Blier. Su obra puede catalogarse como una comedia romántica en clave melancólica pero lo cierto es que posee un no sé qué autoral que le puede jugar tan a favor como en contra. Cuánto exacerba los modos, los solemniza, los vuelve parodia, los lleva a planos líricos para luego ridiculizarlos. Un hombre enfermo del corazón y bajo una metáfora bien directa contrata los servicios permanentes de una prostituta. Posee los medios como para hacerlo, puesto que se ha ganado la lotería y la mujer elegida es una suerte de musa caída del Nirvana. Poco a poco su mundo se ve alterado por el cariño hacia su nuevo objeto de adoración y la figura de la prostituta alcanza niveles cuasi sagrados para luego ingresar en vaivenes argumentales que combinan lo genial con lo pedestre, pero que me han dejado, lo admito, un buen sabor de boca. La aparición de nuevos personajes junto con la mezcla de diversos registros musicales transforma la peli en un verdadero collage para todos los gustos, aunque su parsimonia narrativa puede aletargar el interés del espectador puesto que determinadas secuencias se suceden de formas muy pero que muy lentas. Historia de amor con matices trágicos, melodramáticos y de una solapada musicalidad desde el fondo y desde la imagen, Cuánto es una obra de raíces estilísticas muy personales que pueden ser veneradas como así también despreciadas. (POR: Juan Rúas, Filmaffinity)  menos«