No quiero abordar los temas convencionales sobre el debate; quien lo haya ganado, los errores de producción, el formato acartonado y su duración, son temas que muchas columnas abordan ya hoy y seguramente en los próximos días. Me interesa mejor hacer un análisis cualitativo sobre si este debate representa un “signo de los tiempos” respecto a la sociedad que somos y el futuro que pensamos construir.

Hace pocos años tener un debate que no fuese obligatorio por la autoridad electoral, convocado por agrupaciones de la sociedad y con la respuesta de todos los candidatos era impensable. Los candidatos (sobre todo los punteros) no veían la necesidad o incluso tenían sus reservas sobre cómo un debate podría a portar a las preferencias e influir en sus campañas; la mayoría de las veces las conclusiones de los equipos de asesores sería que los debates suman votos pero que sí pueden restar si hubiese un descalabro durante el evento.

Bajo esta lógica me pregunto; ¿Qué cambió entonces para que se pudiera dar el debate de ayer?; mi respuesta es sencilla: la sociedad se está haciendo valer cada vez más y con el tiempo ha venido subiendo la barra para exigir más de los candidatos. Estos ejercicios son necesarios para conocer el talante de cada uno de ellos, lo que traen en la cabeza, sus propuestas y claro, también sus debilidades. En términos educativos diríamos que afloran algunas de las “competencias” que son necesarias para un buen gobernante de la Ciudad.

El Municipio (o la Ciudad) son la organización de gobierno que está más cercana a los ciudadanos y que tiene directamente la mayor capacidad de impactar en el corto plazo y con profundidad a su bienestar y a su felicidad; es por ellos que es clave conocer a las personas, sus propuestas, sus equipos y sus estilos para gobernar.

Para mí ganó Actívate por Puebla y junto con ella gran parte de la sociedad al lograr la realización del debate; siempre he creído en la vertebración de la sociedad con el elemento garante de una democracia participativa; tal vez el reto será ahora nuevamente superar el proceso electoral y pensar en las nuevas piedras del ámbito municipal que tendremos que colocar para decirle a nuestras autoridades que tienen una sociedad que los apoya pero los vigila y que espera mucho de ellos.

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