Los psicólogos están de acuerdo en que se trata de un factor determinante para tener una personalidad sana y la mejor manera en la que podemos definirla es respondiendo ‘cuánto alguien se gusta a sí mismo’. Cuando nos sentimos cómodos como somos y nos auto- respetamos, disfrutamos más de la vida y logramos todo lo que nos proponemos.

En rasgos generales se describe como una conformación de sensaciones, percepciones, sentimientos, sensaciones, ideas y creencias que se tienen sobre uno mismo; cabe aclarar de igual modo que no existe una definición única y establecida. Esta ya comprobado que quien no se ve bien o se siente bien, presenta una gran cantidad de dificultades en el establecimiento de vínculos y lazos con los demás, o, dicho de otra forma, es difícil querer a alguien más si no se empieza por quererse a uno mismo. Pero más allá de las relaciones interpersonales, una buena autoestima es importante, por ejemplo, para la prevención de ciertos cuadros depresivos.

También es muy importante si una persona o nosotros mismos contamos con la autoestima suficiente, es por ello que mencionaremos algunas características de la buena y mala autoestima:

Cuando se tiene buena autoestima la persona actúa de una manera muy confiada en base a las decisiones que tome en su día a día, también la persona que cuenta con buena autoestima no tiende a ser una persona manipulable, ya que sabe que es lo que mejor le conviene en su vida, así mismo la persona no se sentirá inferior a nadie ya que sabe el valor de si misma, además los problemas los enfrenta de manera correcta. Por otra parte, una persona que no cuenta con buena autoestima tiende a autocriticarse constantemente y piensa que cada acción que realiza no es la correcta, tiende a ser negativo ante los problemas de la vida, así mismo es una persona que le molestan las demás personas.