El tiempo en Italia es muy variable según la zona del país. En general los veranos son calurosos y los inviernos fríos. Estas características se acentúan en las diferentes regiones: por ejemplo, el sur es muy caluroso, con altas temperaturas nocturnas sobre todo en verano; pero en invierno las temperaturas son moderadas por brisas provenientes del Mediterráneo. En el norte y la zona montañosa los inviernos son muy fríos y además húmedos. En la zona de Lombardía, por ejemplo, los veranos son templados, pero en invierno la temperatura puede llegar a bajar a -15ºC.

En primavera y otoño sopla el Sirocco, un viento cálido que viene de África y hace que las temperaturas sean muy agradables. Las mayores precipitaciones se producen en otoño e invierno.

Los mejores meses para visitar Italia son abril/mayo, y octubre/noviembre, ya que las temperaturas en esos meses no son extremas, el tiempo se mantiene estable, y además no hay mucha gente en los sitios turísticos. Aunque esos meses no son los ideales ni para deportes de invierno (la temporada es entre diciembre y marzo) ni para la playa (la temporada es de junio a septiembre)

Agosto, por ser el mes en que toman las vacaciones la mayoría de los italianos, no es una buena elección, por la dificultad para conseguir alojamiento y transporte, y porque además muchas atracciones y comercios cierran.

La temperatura promedio en Italia oscila entre los 11ºC y los 19ºC (13ºC en el Valle del Po, 18ºC en Sicilia, 14ºC en las costas bajas)

Si viaja en verano, lleve ropa ligera de algodón o lino. Si viaja en invierno puede llevar ropa de media estación y también mucha ropa de abrigo para las zonas más frías.