Se aplica el ozono en la conservación de alimentos en cámaras frigoríficas y almacenes de: carnes frescas, pescados, frutas, mariscos, verduras, quesos, embutidos, etc. Su misión principal es reducir el índice bacteriológico que se da en los citados sistemas de almacenamiento en estado de refrigeración ó almacenaje en fresco al eliminar bacterias, formación de mohos, etc.

También se aplica en las bodegas de los barcos y en las cámaras de refrigeración de camiones, para aumentar el tiempo de conservación

En la actualidad se ha comprobado que el sistema más interesante en cámaras frigoríficas es la utilización del ozono, tanto por su reducido coste y fácil obtención, como por sus eficaces resultados.

El ozono en cámaras frigoríficas alcanza perfectamente los dos fines perseguidos: la desinfección y la desodorización del aire del local.

El ozono activo producido, asegura la destrucción de numerosos micro-organismos en alimentos antes de su introducción en la cámara. Esta contaminación comienza desde que empiezan el transporte del alimento, que por lo general se efectúa a temperatura ambiente. La refrigeración o la congelación después no puede hacer más que atenuar la proliferación bacteriana.

Con distintas herramientas el ozono puede tener un impacto positivo desde el momento de la transportación. 

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