Ha llegado Febrero y el amor está en el aire. Parece como si el mundo se detuviera un instante y todo se tornara de color de rosa. Si bien es cierto que esta festividad se ha vuelto un target mercadológico, pensándolo bien, también pudiera ser que una gran energía amorosa liberada por tanta gente en un solo día, pudiera hacer algún milagro pequeñito para este pobre mundo triste y lleno de tantas tragedias. Pero el asunto de la energía compartida lo dejaremos para otro momento.

Por ahora, enfoquémonos en el hermoso día de San Valentín. Por cierto, ¿ya tienen plan para ese día? ¿Qué es lo que harán? ¿Qué regalarán? La verdad es que hay un sin número de actividades que hacer… algunas veces tal vez tengas que echar a volar la imaginación para no ser monótono, pero como artista que eres, sabemos que tu creatividad está al tope y seguramente ya tendrás un plan fuera de lo ordinario. 

Puede ser que vayan a cenar o que hagan un picnic en la azotea o que salgan a pasear (este año San Valentín cae Sábado, así que hay que aprovechar) Pero hagas lo que hagas… este San Valentín deja la música fuera de tu plan. Sí.Como escuchaste. No uses la música como parte de tu estrategia para enamorar… Seguramente en este momento tendrás los ojos del tamaño de un plato, porque es posible que ya hayas contratado mariachi o trío o un ensamble de música romántica. Está bien. Pero te advertimos que las consecuencias pueden llegar a ser trágicas… ¿Sigues confundido? Ok. Te voy a explicar:

Sabemos que la música, y todo el arte en general, existe para expresar algo por parte del artista. Y por parte del receptor, se pretende generar una emoción. Seamos honestos: El arte, y la música, existen para sentirse, no para pensarse. Es cierto que existen críticos de arte y en el caso de la música, existe lo que se llama musicólogos, quienes analizan el arte, lo desglosan, le buscan pies y cabeza y tratan de darle una razón. Aquí la palabra clave es “una razón”, lo cual está muy bien para la gente que estudia arte. Pero a la gente que ve arte o que escucha arte, las razones le vienen de sobra. Es más, la flautista española Magdalena Martínez, ha dicho que “la música es el arte más directo, entra por el oído y llega al corazón”. Luego entonces, lo que queremos, como espectadores, es sentir. Te pongo un ejemplo:

Pensemos en una escena de alguna película. Por cierto que ahorita hay muy buenas películas en cartelera (tal vez podrías ir al cine con tu pareja el 14 de Febrero). Pensemos en La Dama de Negro 2. Te empiezan a contar la historia, se desarrolla la trama, ahhh, pero en el momento en que la música se pone tensa… ya sabes que seguramente aparecerá la famosa dama de negro en algún lado. Ahora hagamos el ejercicio quitándole el sonido a la escena. Si en el momento en que empieza la musiquilla tensa tú le pones en mudo al sonido… te prometo, ¡te prometo! que le quitarás tensión también a la trama… y obviamente le mataste la emoción que te estaba generando y ¡¡también el sentido a la película!! Eso no es bueno. ¡Aguántese como los machos!... Pensándolo bien, puede ser una buena opción para ir en San Valentín con tu pareja. Así te aseguras de que habrá muchos abrazos y acercamientos ;)

Ahora cambiémonos de sala y vayamos a ver la Bella y la Bestia. Aquí encontraremos el efecto contrario. Bueno, seguramente habrá momentos en la historia que nos harán brincar de susto (al ver por primera vez a la bestia) o momentos de acción (pues hay pelea). Pero vayamos al momento donde escuchas una bella melodía, donde parece ser que hay una tensión linda y que te fuerzan a pensar que es oooobviooo que la escena terminará románticamente en un beso. Pero eso también es parte del trabajo de la música en la película. Generarte diversas emociones conforme pasa la peli, dependiendo de la escena que verás.

Bueno. He probado mi punto de que la música genera emociones en exceso fuertes. Sea para bien o para mal.Entonces regresemos a la premisa de este artículo. Celebra este día de San Valentín sin música… ¿Y te sigues preguntando por qué, después de todo lo que te he explicado? Bueno, porque si regalas música, sea que lleves serenata con mariachi o que hayas tomado clases de guitarra y sorprendes a tu amor con una tierna canción en el restaurante o que le regales un cd con la canción con que se conocieron que tú mismo grabaste de tu ronco pecho, sea como sea, si regalas música, te estás exponiendo al más trágicamente hermoso enamoramiento por parte de esa persona. No regales música si no quieres ser responsable de la explosión de emoción del corazón de tu pareja. Celebra sin música para evitar exponer el tuyo. La música enamora. La música enciende. La música apasiona. Y podrías encontrarte, de repente, atrapado en un remolino de enamoramiento hermoso, del cual tal vez no puedas salir jamás. ¡Feliz día de San Valentín! :D

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