Cuando estamos en la escuela nos quejamos de todo, que hay mucha tarea, que no nos dejan hacer lo que queremos, que tenemos muchas responsabilidades o demás pero no entendemos que realmente estamos preparándonos para el futuro.

En el momento en el que entendemos todo ello, entonces podemos empezarnos a tomar en serio nuestra educación y para que los adolescentes logren comprenderlo no solamente se necesita de los maestros sino también de los padres de familia.

Para comenzar, cuando se está a punto de salir de la preparatoria tienen que elegir qué área van a estudiar, algo muy general sin pensar en especificaciones: sociales, humanidades, ingenierías o salud.

Teniendo en cuenta qué área queremos es importante ahora conocer cada una de las carreras que incluyen, de esta manera podemos saber si realmente es algo que se quiere para siempre o no.

Esto tiene que ver con las optativas pero, ¿y la orientación vocacional?

Bueno, la OV es el proceso anterior a esta elección, es aquello que nos sirve para conocernos, saber para qué somos buenos, que nos gusta y en qué área nos desenvolvemos mejor, no es una fórmula escrita pero sí es un apoyo para los jóvenes.

Si bien, es un proceso individual el saber qué quiero, en qué soy bueno y encontrar aquello en lo que esas dos cosas se junten, es necesaria la orientación de un docente que no solo entienda la situación si no que les de las herramientas para lograrlo.

Muchos jóvenes eligen la carrera por estar socialmente bien vista, por ser la profesión de sus padres, familiares o conocidos, porque les parece más fácil o más rentable, y es demasiado frecuente observar que ya en el primer año se den cuenta que la carrera que eligieron no era la que se adecuaba a su personalidad y a sus intereses, con grandes pérdidas económicas y emocionales.

Cuando la labor del maestro está hecha, es función de los padres mostrar apoyo a las decisiones que se tomen, siempre y cuando sean conscientes; los hijos no son un espejo de los padres, son personas diferentes que necesitan y quieren cosas distintas, no deben esperar que sean lo mismo que ellos porque eso terminará en peleas, decepciones y frustraciones.

Gracias a la importancia que esto tiene en la vida futura de los alumnos, Anrod School ofrece acompañamiento oportuno a las necesidades de sus estudiantes para hacer de ellos unos profesionistas exitosos.