Y lo hizo otra vez. Usain Bolt arrasó en la pista de tartán del estadio Luzhniki en Moscú para llevarse todas las medallas de oro a las cuales optaba. Individual en 100 y 200 metros sin oposición alguna, con un tiempo normal en la primera y con el mejor de la temporada en la segunda, aunque en realidad lejos de los récords mundiales que él mismo ostenta.

Y en relevos con sus compañeros levantando a lo más alto la bandera de Jamaica en los 4x400 metros. Aun sin Yohan Blake (lesionado) y Asafa Powell (suspendido por dopaje) han demostrado su hegemonía como el país más rápido del mundo. Nesta Carter, Kemar bailey-Cole y Nickel Ashmeade le dejaron una carrera emparejada a Bolt, que a partir de que tomó su relevo voló hacia la meta para darle el oro a su país y a partir de ese momento superar a Carl Lewis como el máximo ganador de preseas en los Mundiales de Atletismo en la historia.

Lewis, apodado ‘el hijo del viento’ velocista y saltador de longitud lideraba la lista de honor de los Mundiales con 10 medallas (8 de oro, 1 de plata y 1 de bronce). Bolt tiene ahora las mismas de oro e igual número en total, pero con dos de plata, sin bronces, convirtiéndose en el líder histórico.

Tyson Gay le podía hacer competencia un poco pero al estar suspendido por dóping no participó y podría ser suspendido por dos años quitándole la oposición que el norteamericano podría darle. Ahora ha regresado a la élite Justin Gatlin que estuvo fuera de competencia cuatro años (2006 a 2010) también por dopaje y lo derrotó en junio en Roma dentro de la Liga Diamante, pero con Bolt sin la preparación adecuada tras solo haber corrido una vez en todo el año previo a esa competencia. En Moscú, Bolt ha demostrado que estando a su cien por ciento, es invencible, Gatlin alcanzó la plata, pero el máximo rival era él mismo, él que lo venció por una descalificación en el Mundial anterior en Daegu en 2011.

Pero hay un par de temas que pueden empezar a molestarlo. Uno es físico, cuidarse de las lesiones para llegar a tope a sus siguientes conquistas – Mundial de Atletismo en Beijing 2015 y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016 – cuidando también sus pies que los mostró al mundo tras ganar las recientes competencias con juanetes y muy maltratados, aunque esto no parece afectarle a la impresionante velocidad que alcanza sobre la pista. El otro es la investigación sobre dopaje que se ha hecho en Jamaica y se dice están muy escuetos los exámenes, situación que alarma a los corredores más rápidos del mundo, aunque ciertamente tranquiliza que Bolt levante la voz diciendo “sé que estoy limpio”.

Este hombre sigue conquistando al mundo con su carisma y sus victorias. La única mala noticia es que faltarán dos años para volverlo a ver en una gran cita, mientras tanto tenemos claro que Bolt y su velocidad siguen sin tener rival.

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