USO DE SMARTPHONES Y ELEMENTOS TECNOLÓGICOS SON CADA VEZ MÁS COMUNES EN LOS PROGRAMAS EDUCATIVOS.

Por: Beto Herrera

Hace unos años la función del celular era exclusivamente para llamar por teléfono, recibir mensajes o incluso jugar y tomar fotografías, sin embargo con el desarrollo de sistemas operativos como Android y el iOS, se han popularizado el uso de aplicaciones para smartphones y tabletas en el tema de la educación, con herramientas útiles para aspirantes a ingenieros, comunicólogos, doctores, administradores y también para los estudiantes de educación básica y media.

La primera compañía en desarrollar este tipo de aplicaciones fue Apple, quien a la par del lanzamiento de su ya clásico iPod Video también puso a disponibilidad de miles de estudiantes una serie de apps que los ayudarían a estudiar y practicar para los exámenes SAT y TOEFL.

Tras el éxito, la compañía fundada por Steve Jobs se asoció con las más importantes universidades norteamericanas y creó Itunes U, donde se puede encontrar contenido gratuito y de paga de los profesores más importantes en todas las disciplinas de estudio, haciendo que estudiantes del otro lado del mundo puedan presenciar una clase por un maestro de Harvard, del MIT o de UCLA, por mencionar algunas.

Android desde su lanzamiento incluyó numerosas herramientas en favor del estudio e incluso miles de universidades de todo el mundo tienen su propia aplicación donde comparten contenido sobre las materias que ofertan. El sistema operativo de Google fue el primero en desarrollar aplicaciones para ayudar a los más pequeños al aprendizaje de la lectura, las operaciones matemáticas básicas y algunas cuestiones de lenguaje.

Por otra parte, compañías como OpenEnglish, Berlitz y Babel han desarrollado apps que permiten a los usuarios aprender un nuevo idioma de forma interactiva, añadiendo nuevos niveles continuamente para aumentar el conocimiento del idioma seleccionado.

La empresa Itunes informó que el año pasado las descargas en Latinoamérica de aplicaciones de aprendizaje rebasaron el número de las de Europa y Asia, siendo México el país que lideró la mitad de las transacciones de ese tipo de aplicaciones.