El arroz es la base de la gastronomía japonesa. Este alimento básico contiene multitud de propiedades beneficiosas para el organismo. Unas características que lo convierten en el segundo cereal más cultivado del mundo. Al menos un tercio de la población mundial lo utiliza como base en su alimentación. Además, es uno de los ingredientes fundamentales que acompañan al sushi. Pero, ¿sirve cualquier tipo de arroz para hacer sushi?

El arroz es la base del mejor sushi

Si bien es cierto que la calidad del sushi se mide en la calidad que tiene el pescado que contiene. El arroz, que generalmente se pasa por alto, es la base de una buena pieza de sushi.

El arroz del sushi debe estar firme y cocido a la perfección, para que puedas apreciar cada grano de arroz de un bocado. Este es el único elemento que se cocina, así que la sazón y textura deben estar al punto y acompañar los sabores del pescado.

¿Cómo elegir la variedad de arroz correcta para el sushi?

 Elaborar arroz es un proceso laborioso, que requiere gran meticulosidad, para estar listo en su punto. Cada parte del proceso es esencial para que el arroz que llega a la mesa de nuestros clientes sea perfecto. Desde su primer lavado, para retirar el almidón, hasta su cocción con la cantidad de agua necesaria en la arrocera japonesa. El proceso es necesariamente lento para obtener el mejor resultado.

No vale utilizar cualquier tipo de arroz a la hora de preparar sushi. Debe ser de grano corto y redondo. La suavidad y pegajosidad que caracterizan a un buen arroz, le permiten absorber y retener los sabores. Todo ello lo convierte en un elemento perfecto para nuestro sushi.

Cuáles son las propiedades del arroz

Las propiedades y beneficios van desde su fácil digestión, hasta sus propiedades antioxidantes, pasando por ser un aliado de los celíacos. Su alto contenido en hidratos de carbono complejos, lo hacen idóneo para aportar energía. Además, contiene minerales como calcio, hierro, magnesio y potasio, proteínas y vitaminas. El arroz no contiene gluten, lo que lo convierte en un alimento disponible para celíacos o intolerantes al gluten.

Su fácil digestión, lo convierte en un alimento recomendado para personas con estómagos delicados. Y su bajo contenido en sodio lo hace muy recomendable para la dieta de personas hipertensas. En cambio, es un refuerzo para los huesos por su alto contenido en fósforo y calcio.

Todas estas propiedades lo convierten en un alimento imprescindible en nuestra dieta. ¡Y lo mejor es que está buenísimo! 

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