Las personas que despiertan con los ojos llorosos, rojos e inflamados, comezón en la nariz, dificultad de respirar o eccemas dermatológicos, probablemente reaccionan al alegeno que se encuentra en los excrementos de los ácaros. 

Nosotros tenemos contacto físico durante la tercera parte de nuestra vida con un colchón.

Según investigaciones, más del 98% de todos los colchones, incluyendo los de los niños, están sucios y contienen, entre otros, excrementos de los ácaros. En un colchón se pueden encontrar hasta 1 millón de ácaros. 

Un colchon es el lugar propicio para la proliferación de:

• Escamas de piel: el ser humano pierde hasta 1,5 gramos cada noche. Aparte de ser el alimento favorito de los ácaros atraen bacterias que causan el típico olor a rancio desagradable de la recámara.
• Sudor: el ser humano pierde cada noche 1,5 litros de sudor por transpiración natural. La humedad del sudor, así como sales y proteínas penetran parcialmente el colchón y permanecen allí.
• Moho: es un problema muy frecuente, especialmente en zonas de alta humedad, casi invisible, se desarrolla por exceso de humedad y falta de ventilación del lugar. También puede ser causa de alergias.
• Polvo: hay hasta 200 gramos en un solo colchón, el cual es una mezcla de partículas orgánicas e inórganicas.

En Sanité Angelópolis manejamos un proceso básico y muy importante de Desinfección (limpieza en seco). Utilizando tecnología europea con luz UV-C germicida, matamos y extraemos ácaros y sus excrementos, polvo, bacterias y demás sustancias y contaminantes nocivos, causantes de alergias y enfermedades.

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