Las instituciones educativas son las encargadas de que los alumnos puedan obtener diversos conocimientos para desarrollar ciertas habilidades. Si nos vamos a unos años atrás como por los años 90´s era indispensable que la mayoría de personas supiera utilizar de forma práctica una máquina de escribir, ahora en cambio, solo necesitas manejar lo básico en paquetería office para poder utilizar una computadora y así un sin fin de actividades cambiantes que dentro de otros 10 años más serán remplazadas por otra opción.

Las habilidades contemporáneas deben de estar acorde a las necesidades de los tiempos actuales. El avance tecnológico y las necesidades sociales de cierto contexto social definirán las habilidades que se tendrán que desarrollar y las que tienen prioridad en los espacios educativos, por lo que con esto se puede determinar que muchas habilidades se han ido perdiendo y muchas otras han ido apareciendo.

De acuerdo a un estudio de caso en México sobre las habilidades para un mundo cambiante, nos menciona que; En un contexto educativo actual, en la gran mayoría de los casos casi todos los grupos de partes interesadas incluidos en el estudio señalaron la necesidad de que el alumno aprenda una amplia gama de habilidades para tener éxito en la escuela, en la adultez y en el empleo. Surgieron predominantemente las habilidades socioemocionales, tanto las correspondientes al estudiante en sí (por ejemplo, la autoestima, la autorregulación, la autoconfianza, la autoconciencia y la autoresponsabilización) como las relativas a las relaciones con el otro (la comunicación, la empatía, el respeto, la sociabilidad y la honestidad, entre otras), en particular entre padres y docentes. Entre otras habilidades que se destacaron, aunque en menor medida, se encuentran los procesos ejecutivos como la perseverancia, la disciplina, la motivación y la organización.

Para los docentes actuales, las habilidades que van quedando en el olvido dejan un hueco en el sistema que hay que saber cómo cubrirlo con nuevas estrategias para que los estudiantes aprendan cosas nuevas al igual que implica desarrollar medios que brinde conocimientos a los estudiantes sin quedarse atrás ante las nuevas necesidades del mercado laboral y lo social pues siempre será necesario adaptarse contantemente. En Bachillerato en 8 meses - Loyola Marín estamos conscientes de estos cambios, por lo que brindamos un excelente servicio, con docentes altamente calificados, instalaciones plenamente acondicionadas con tecnología, material de estudio estratégicamente diseñado para su aprovechamiento y un trato personalizado, no lo dudes más y termina ese pendiente que tenías.

Nuestro plan de estudios está compuesto de 22 módulos que se programan en un periodo de 7, 8 o 12 meses, dependiendo el tiempo que usted requiera.

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