Un día estás tranquilo en casa (o en el trabajo) y de pronto una incesable comezón empieza a surgir en tu pene. Decides ir a revisarte al sanitario y lo que ves te alerta: tu glande parece irritado, tiene pequeños puntos rojos con bordes blanquecinos y la comezón no deja de hacerse sentir.  ¡Cuidado! ¡Pueden ser síntomas de balanitis!

La balanitis es la inflamación producida en la cabeza del pene (si también afecta al prepucio, entonces se le llama balanopostitis), y en efecto, los síntomas más comunes de la balanitis son la comezón acompañada de sarpullido rojo en el glane, inflamación (puede ser del glande solamente o del prepucio), sensibilidad o dolor en el glande, y en casos más graves, secreción o pus con olor desagradable y dolor al orinar.

¿Cuáles son las causas de la balanitis?

En el mayor número de los casos, la balanitis es causa de una infección por el hongo Candida albicans, pero también puede ser por una infección bacteriana o hasta por alergia a algún producto (como el jabón, látex de los cóndones, lubricantes, etc.)

En algunos casos la balanitis también puede ser indicio de enfermedades crónicas como principios de diabétes, VIH/SIDA, ETS o cáncer.
 

Sí, estoy casi seguro. Tengo balanitis, ¿qué debo hacer?

Lo primero que debes hacer es agendar una consulta para poder preguntarte cuáles son tus síntomas y examinarte. En algunos casos será necesario tomar muestras de la punta de tu pene para enviarlas a laboratorio, así como análisis de sangre para detectar cualquier enfermedad que pueda causar la balanitis, tales como diabétes, o infecciones de transmisión sexual.

Tratamiento para la balanitis

Una vez que tengamos tu historial clínico, síntomas y los resultados de tus estudios médicos, te daré el tratamiento farmacológico para balanitis más adecuado para tu caso.

También es importante tener el pene limpio lavandolo 2 veces al día con jabón neutro o con cremas a base de agua para aliviar la comezón y evitar que las bacterias proliferen. Recuerda no automedicarte porque sólo puedes enmascarar el problema y que este desencadene en algo mucho más grave.

Por último, ¡NO TE ALARMES!, la balanitis es más común de lo que puedes imaginarte, pero con el tratamiento y atención oportuna, pasará a ser solamente un mal recuerdo. ¡Agenda tu cita!