La elección del horno de pintura que se utilice para el curado de pintura electrostática es de gran importancia, pues del proceso de curado depende la apariencia final de las superficies pintadas.

Los hornos de curado se clasifican según el tipo de operación que presentan en hornos de convección, de radiación e infrarrojos. Los de convección llegan a la temperatura de curado al calentar el aire al interior de la cámara, en donde se colocan las piezas mediante el uso de quemadores de gas o resistencias eléctricas y sistemas de recirculación de aire para generar la convección forzada, y pueden trabajar en forma estática o continua.

Mientras tanto, los hornos de radiación funcionan bajo el principio de radiación infrarroja y el calor que generan resulta imperceptible, ya que los objetos absorben la radiación que genera el horno. Finalmente, los hornos infrarrojos operan con electricidad o gas y trabajan de forma continua, pues las piezas pintadas deben estar en contacto directo con la fuente de radiación.

Horno de convección por resistencia eléctrica.

Este tipo de hornos son comúnmente llamados hornos eléctricos u hornos electro-térmicos y son los más sencillos, razón por la cual son ampliamente utilizados en la industria. Los hornos de convección eléctricos producen el calor al hacer pasar una corriente eléctrica por una resistencia que rodea al horno, por lo que se calientan desde el exterior mediante una bobina enrollada en un material resistivo, como un tubo de material refractario o metálico.

Este tipo de hornos son utilizados especialmente en aplicaciones en las que la temperatura se puede controlar con gran precisión. Según el tipo de resistencia que utilicen los hornos ofrecen diferente desempeño y las más comunes son las resistencias de aletas aluminizadas, las de aletas helicoidales de acero inoxidable y las resistencias blindadas tipo doble M.

Hornos a gas de convección forzada.

Son muy similares a los de convección forzada por resistencia eléctrica y su diferencia principal es la fuente de energía que utilizan para producir calor y transferirlo a las piezas a curar. Mientras que en los hornos eléctricos el elemento que entrega la energía calórica es la resistencia, en los hornos a gas es el quemador, un equipo que genera combustión entre el oxígeno y el gas en su interior produciendo una llama que calienta el aire que se induce al horno de pintura.

Los quemadores utilizados en este tipo de hornos se encuentran disponibles en diferentes tamaños y potencias para satisfacer las necesidades específicas de cada tipo de aplicación. Además de los quemadores, los hornos a gas deben contar con suficiente aire circundante al interior, por lo que están equipados con ventiladores ubicados en las cámaras de circulación del horno y no en su interior, ello para evitar que la llama entre en contacto directo con las piezas a curar.

Hornos de paneles infrarrojos

Además de ser altamente efectivos en el proceso de curado de pinturas en polvo se pueden emplear en el proceso de curado de esmaltes, en el secado de solventes, agua, tinta, adhesivos y en procesos de calentamiento, moldaje, incubado y termoformado. Funcionan por la transferencia de energía térmica desde la fuente que la produce hasta el recubrimiento, esto por radiación electromagnética. En ellos, la energía infrarroja es irradiada a través del aire y puede ser direccionada, enfocada y reflejada por un cuerpo que se encuentre en la cercanía sin necesitar de un medio para la transmisión de tal energía.

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