Mediante la aplicación de la Toxina Botulínica Tipo A, se busca lograr una mejora funcional y/o cosmética al relajar determinado(s) músculo(s). Por ejemplo, atenuando o desapareciendo temporalmente las arrugas de expresión por contracción muscular, ya que con la aplicación de la toxina, se logra el relajamiento de ciertos músculos causantes de dicha contracción y por conducente la formación de las arrugas.

El uso de la Toxina Botulínica Tipo A, ha sido aprobado para tratar contracciones musculares involuntarias de la cara (como Blefaroespasmo), algunos casos de estrabismo, así como asimetría facial y arrugas faciales.

Asimismo, la Toxina Botulínica Tipo A es utilizada para la atención de diversos tratamientos tales como: 

1. Para la atención de hiperhidrosis, logrando disminuir la sudoración en cara, axilas y manos.
2. En el tratamiento de migrañas, demostrando ser efectivos en la reducción notoria de la intensidad y frecuencia de estos fuertes dolores de cabeza. 

La duración del tratamiento (sesiones e inyecciones requeridas) y los resultados podrán variar dependiendo del tratamiento requerido, la evolución de cada persona, sus características faciales, las gesticulaciones, el tipo de piel y la edad o el género del paciente.

Sin embargo, el efecto de la aplicación de la Toxina Botulínica Tipo A se hace evidente entre los tres y cinco días posteriores a la aplicación de la toxina y su efecto puede durar aproximadamente de cuatro a seis meses, por lo que pudiera recomendarse una nueva aplicación cada cuatro a cinco meses.