Película sobre el final de Ian Curtis, el enigmático cantante líder de la banda Joy Division, icono
del post-punk inglés. Un recorrido por los últimos años de Curtis hasta llegar a su trágico suicidio
en 1980; el conflicto entre el gran amor que siente por su esposa y una apasionada relación con su
amante, sus ataques de epilepsia que cada vez le dejan más deteriorado, su increíble talento y sus
arrolladoras actuaciones en directo.
Opinión
Aunque venga etiquetada como tal, Control no es un biopic. Empieza narrando la temprana juventud de
Ian Curtis, mostrando hechos conocidos de ella (donde dibuja un importante parecido argumental con
"24 Hour Party People", la estupenda (y muy diferente) película de Winterbottom), pero cuando
realmente empiez ...
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Aunque venga etiquetada como tal, Control no es un biopic. Empieza narrando la temprana juventud de
Ian Curtis, mostrando hechos conocidos de ella (donde dibuja un importante parecido argumental con
"24 Hour Party People", la estupenda (y muy diferente) película de Winterbottom), pero cuando
realmente empieza a brillar es cuando deja atrás esos datos para hablar del alma y de los
sentimientos de una persona tan confusa, sombría y lúcidamente trágica como Ian Curtis, el cantante
de los aún hoy inimitables Joy Division. Sabemos la historia (para los que no la sepan están
precisamente esos primeros minutos más "objetivos"), pero lo que no se espera es un relato tan
profundo y emocional sobre la vida como el que realiza Anton Corbijn. Ian es casi sólo un pretexto
para introducirse en la mente de una persona atormentada por sus actos pasados, atrapado en una vida
insatisfecha e incapaz de satisfacer las exigencias espirituales que implican las expectativas de su
banda y su familia. Un retrato crudo y oscuro sobre un alma que no necesariamente eligió el camino
correcto y que desde luego anda bastante lejos de lo que suelen trazar los típicos biopics
heroizadores hollywoodienses, lo cual de por sí sólo ya sería algo positivo pero que aquí realmente
funciona porque Corbijn sí que logra transmitir todas las emociones, toda la tristeza y toda la
poesía que pretende la historia.
Mención aparte para el apartado técnico. El tratamiento visual es realmente impresionante. Está la
fotografía en blanco y negro, brillante y decadente como la música que hace la banda del
protagonista, pero aún mejor es la forma en que compone la imagen, sus encuadres y el ritmo que
imprime. Y, por supuesto, la música, tan buena como siempre pero con el aliciente de esas muestras
de las actuaciones en directo de la banda, rodadas de forma totalmente fiel a cómo nos han llegado
los escasos documentos de Joy Division en directo, e imitando el sonido ruidoso y agresivo que
gastaban en el directo, lo cual tiene aún más valor teniendo en cuenta que realmente son los actores
que interpretan a los cuatro integrantes de la banda quienes están tocando. Y Sam Riley, que por
momentos no interpreta a Ian Curtis, es Ian Curtis. Es un film espléndido y uno de los mejores del
2007, sin duda. (Autor: Mogwai , España) menos«
Género
Drama, Biográfica, Musical
Próximo estreno: 30 de
País
Reino Unido, Estados Unidos
Actúan
Samantha Morton, Joe Anderson
Próximo estreno: 30 de
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