Ya estoy hasta la madre!!

Ya estoy hasta la madre de las campañas políticas, de los ataques entre candidatos y partidos pero, sobre todo, de los ataques entre simpatizantes de uno u otro candidato.

Me preocupa ver como la sociedad, cada vez más, se va polarizando entre simpatizantes y seguidores de los contendientes a la presidencia.

Cada día veo con mayor preocupación las posturas de la gente que, entre líneas, lo único que dejan ver es que “si no estás conmigo, estás contra mí”, “si no votas por mi candidato eres un pendejo/capitalista/comunista/retrograda/corrupto/ignorante/etc.”, “Si gana mi candidato, ganamos todos, gano la democracia. Si no, hubo fraude”

Pero lo que más me quita el sueño es la mantenida postura de la gente que está esperando que el presidente (gane quien gane) sea el mesías salvador que eliminara, como por arte de magia, todos nuestros problemas. Y más aún, veo una contexto social en el que, si la gente no obtiene al candidato que quiere (incluyendo al congreso), tienen la disposición de bloquear, obstruir, negar, destruir todo lo que de nuestro nuevo presidente (sea quien sea) venga.

Aún recuerdo 2 frases que, en su momento me sacudieron por las grandes implicaciones que estas tenían y que aún no me decido en cual es más grave.

La primera de ellas, cuando después de las elecciones federales de 2009, el diputado electo Gerardo Fernández Noroña tuvo la desfachatez de públicamente decir que “todo lo que venga del ejecutivo será rechazado”. Lo cual denotaba una línea de cerrazón a las propuestas y que, más temprano que tarde, resulto en el estancamiento de muchísimas reformas propuestas que el país necesita.

La segunda, al terminar las elecciones federales del 2000, cuando tuvimos la oportunidad de dar nuestro primer pasó hacia la democracia con la salida del PRI de los Pinos. Recuerdo estar viendo por TV las celebraciones en el Ángel de la Independencia cuando, de entre la multitud se escuchó un grito clamar: “Fox, no nos vayas a fallar”… ¿En verdad toda dependía de un solo cazador de tepocatas?

A santo y tono de estas, yo hoy pregunto ¿Qué vamos a hacer? Todos están muy preocupados del 1 de julio, a mi me preocupa más del 2 en adelante y mi respuesta, simple.

Yo voy a votar por JVM pero, mas importante que eso, me comprometo con mi país, con mi estado, con mi ciudad, como ciudadano a que, GANE QUIEN GANE, RESPETARE el fallo de las instituciones oficiales y ME SUMARE a las soluciones del nuevo gobierno.

Esto no significa que le voy a decir que si a todo al nuevo presidente. Esto significa que seré participe de la vida política de mi comunidad, que lo que haya que reconocerle al gobierno se lo reconoceré, lo que haya que criticar será objetivamente criticado,  que pagare puntualmente mis impuestos, que no daré mordidas, que mejorare realmente la vida de mis empleados, que trabajare con mi comunidad para buscar el bien común, que no me estacionare en el lugar de discapacitados y cederé el paso al peatón, que no hare nada en detrimento de mi país. En pocas palabras, me comprometo a ser un buen ciudadano y, sobre todo, PARTICIPATIVO.

Al final del cuento, no todo depende de un presidente, gobernador o alcalde. En realidad el compromiso contigo no es de Peña Nieto, es mio y tuyo. El cambio verdadero debo hacer yo junto contigo, no López Obrador. El convertir a este país en algo diferente depende de mí, de ti, de nosotros, no de Josefina. El ciudadano presidente somos tú y yo, no Quadri.

El país no depende solamente de estos 4 seres humanos. Antes de  haber un cambio estructural, debemos empezar por un cambio personal. Siempre escuchamos a los políticos decir: “que México le vamos a dejar a nuestros hijos”… El problema de hoy mas bien es, como dice mi padre, “que hijos le vamos a dejar a nuestro México”.

Y tu, ¿te comprometes?