Últimamente los movimientos e ideologías nos llegan más fácilmente gracias a nuestras redes sociales donde un individuo o grupo de personas se unen para expresar una idea o su inconformidad respecto a algo, en lo cual se denomina “libertad de expresión” y está regulada por la constitución de los estados unidos mexicanos y sus diferentes leyes y párrafos que permiten y restringen acciones.

Pero que se hace cuando uno inconscientemente cae en una “falsa ideología” y le quieren hacer notar algo que es totalmente fuera de contexto de lo que es el grupo, fundación, o causa, y uno se aleja de lo que originalmente estaba buscando.

El punto del blog de esta semana es por algo que me ocurrió recientemente cerca de centro comercial Angelopolis, donde se encuentra la librería Gandhi y Costco, en donde haciendo tareas cotidianas me encontré con un módulo acerca de “cuidados de jardinería”. Esto me intereso muchísimo ya que me encantan las plantas pero no soy muy bueno en la botánica. Y alado de ellos estaba un pequeño centro de atención con el logo de Greenpeace, el grupo que previene y combate los desastres ecológicos que normalmente son causados por el hombre y que tienen muchos voluntarios a nivel global.

Me acerque para preguntar sobre la información de botánica donde estaban dos chicas con las playeras de Greenpeace, me empezaron a atender y me dan un volante, justo para leer y ver una imagen que hacia mofa a Enrique Peña Nieto, poniéndolo en una posición satírica que se alejaba totalmente de lo que yo estaba buscando, que era el simple cuidado de plantas y flores. Justo les dije que no me interesaban causas políticas relacionadas, me fui y alcance a escuchar que una de ellas gritaba “no es causa política… no es causa política”…

Antes de empezar con la polémica, cada quien es libre de expresar su punto de vista, su causa y malestar ya sea de manera colectiva o individual mientras no atente a la seguridad y a la paz, cosa que muchos en México no parecen entender. Me molesto el hecho de que yo iba con una simple idea de plantar árboles, ayudar al ecosistema, rolar los consejos con conocidos, y aprender en la practica desde donde seas útil; no el hecho de que el gobierno está mal y que debemos derrocar a alguien políticamente a base de mofas y “hashtags” apartándose de la idea original.

Esta no es la primera vez que veo que ocurre algo así, en religión es algo muy común cuando grupos de sectas y devociones entran en comunidades de escasos recursos y por el simple hecho de aceptar un aporte toda la comunidad se convierte en torno al dogma del grupo sin informarse más allá lo que van a tener que cambiar, todo sea por no morir de hambre.

No es justo que uno tenga ideologías e interpretaciones que se forjaran desde hace mucho y con el paso del tiempo, y solo por un intercambio de conocimiento o materia prima estemos obligados a aceptar algo contrario a lo nuestro, o simplemente que no queremos escuchar algo que no está en el tema de nuestras prioridades. No es como si un vendedor de autos nos contara sus problemas maritales con tal de mostrarnos el vehículo.

Respeto las causas que se hacen para ayudar al prójimo SEA DE LO QUE SEA MIENTRAS NO IMPONGA UN ODIO COLECTIVO en torno a algo que en lugar de ayudar, perjudica muchísimo. Greenpeace ojala que componga el porqué de sus causas y motivos, que se están alejando mucho de lo que eran y están cayendo en un limbo de lo populista y yéndose a lo más fácil que es odiar al presidente en curso. Tristemente muchos jóvenes caen en esa espiral de caer en una causa que se aleja de lo que inicialmente tenían planeado y dejando de fundamentar el porqué de las cosas.

Vienen muchos temas calientes en camino que uno puede ver en los medios, pero es de cada quien en una sociedad libre decidir que pensar y que hacer, y no debemos de olvidar que no tenemos por qué ser parte de algo que no queremos y que nos atrae como pez hacia un anzuelo con un tema de interés individual.

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