Esta tecnología ha tomado fuerza gracias a las dos películas de El Hobbit, El Hobbit: Un Viaje Inesperado y El Hobbit: La Desolación de Smaug, pero mucha gente no conoce lo que esta tecnología representa ni cuáles son sus pros y contras.

HFR es la abreviación de High Frame Rate, lo que se puede traducir como Altos Cuadros por Segundo. Esta tecnología recién adoptada por el cine entrega 48 cuadros (imágenes) por segundo o frames per second (fps) en lugar del estándar de 24fps que se ha usado desde principios del siglo pasado. Debido a este incremento tanto en la grabación de la película como en su reproducción, la imagen se percibe con menos interferencia, sin desenfoque por movimiento de cámara y una mayor calidad en las texturas y colores. Esto crea una representación más cercana a lo que el ojo ve en el mundo real.

El Hobbit utiliza esta tecnología ya que su director, Peter Jackson, considera que con el surgimiento de la tecnología digital no hay razón para seguir apegados a los 24fps. Debutar una tecnología en la primer película que sin duda fue taquillera y regresar con ella para la segunda entrega, le proporciona un gran empuje y mucha difusión; esto ocasionará que se implemente en muchas más películas, siempre y cuando al público le agrade. La trilogía completa de El Hobbit tendrá HFR al igual que las secuelas de Avatar dirigidas por James Cameron. Este director impulsó también el 3D en magnitudes exorbitantes gracias a Avatar que fue un éxito en taquillas y a la gran aceptación de la audiencia.

Es este punto el más importante de todos. Si el público no recibe con los brazos abiertos una nueva tecnología, esta corre el riesgo de desaparecer. Hasta el momento la respuesta tanto del público en general como de los críticos de cine ha sido mixta. Algunos piensan que se ve “artificial”, “casi alucinatorio”, “como película casera de los 80’s”, “un videojuego con personas reales” o “simplemente terrible”. Sin embargo hay quienes apoyan este nuevo formato y piensan que después de 20 minutos de empezada la película, tu mente se comienza a adaptar y dejas de verlo como algo anormal.

Sin duda para que al público le guste este tipo de imagen, es necesario entrar a la sala con la mente abierta, sabiendo que no será como ninguna otra película que hayan visto antes. No creo poderles decir si el HFR se ve mejor o peor que los 24fps ya que es cuestión de percepción. A muchos les gustará el estilo “majestuoso” que los 24fps proveen al cine clásico, pero a muchos otros les interesará el concepto del “hiperrealismo” que sólo el HFR proporciona. Este hiperrealismo puede adentrar a la audiencia aún más en la historia, pero también puede alejarlos ya que muchas cosas se verán “falsas”. Algunos escenarios se verán como eso, escenarios, en lugar de verse como escenas de un mundo real; igual será la apreciación de vestuarios, maquillaje y efectos visuales. Las cosas pueden verse sumamente reales pero esta realidad puede llegar a ser tanta que el público tal vez no podrá sacar de sus mentes que todo es falso y teatral.

Es altamente probable que estemos ante una revolución tecnológica del cine y una brecha generacional. Lo único que se necesita, es que se hagan más películas en este formato para que las personas se acostumbren a él y que las nuevas generaciones crezcan viendo el HFR como el estándar del cine y, de esta manera, no tengan un concepto preestablecido de que el cine debe verse en 24 cuadros por segundo.

También puedes encontrar este artículo en la revista digital Andara Puebla.

HFR: ¿El futuro del cine?