VIAJES Y GASTRONOMÍA:

En Xicotepec, Xico o Villa Juárez, los sentidos apenas alcanzan para apreciar la vida en pleno. La desaforada selva lo da todo. Desde los más simples líquenes y musgos, hongos y helechos, hasta los árboles más robustos de la selva; no dejan un solo espacio sin habitar. Es la sensualidad de la naturaleza la que da forma al floripondio, al bambú, a la orquídea y a la hortensia: es la Madre Tierra: los olores a vainilla, canela, pimienta, madera podrida, tierra mojada, a mangos, encinos, cedros a mala mujer o a hierba santa… Su rico territorio de montañas, cañones, cañadas, llanuras, está cubierto de cafetales y beneficios donde se produce el mejor café de Puebla, la mayor parte con calidad de exportación y que ahora se consume en hogares europeos. Hacia La Ceiba, rumbo a Venustiano Carranza, los ranchos agrícolas y ganaderos se imponen en el paisaje y entre naranjales, mangos y ríos por todas partes. Fotos y texto: Marco Antonio Sánchez

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