Esta es la historia de Andrés, José y Felipe; tres jóvenes que se enfrentan al limbo
post-adolescente. El recuerdo del linchamiento de un hombre, provocado indirectamente por ellos
durante su infancia, los une al mismo tiempo que impide su reencuentro. La historia ocurre en
Iztapalapa, una zona humilde y olvidada, pródiga en fervorosas manifestaciones de fe y, sin duda, la
más sedienta de la ciudad de México.
Opinión
A primera vista, Vaho podría dar la apariencia de ser una película mexicana más, otra historia
sórdida -como tantas qué hemos visto- que se regodea en su propia miseria. Afortunadamente no es el
caso, esta cinta no pretende hacer denuncia, no pretende ser un retrato, no le interesa mostrar
realidades má ...
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A primera vista, Vaho podría dar la apariencia de ser una película mexicana más, otra historia
sórdida -como tantas qué hemos visto- que se regodea en su propia miseria. Afortunadamente no es el
caso, esta cinta no pretende hacer denuncia, no pretende ser un retrato, no le interesa mostrar
realidades más allá de las que viven sus personajes, tres adolescentes que viven en Iztapalapa.
Por un lado tenemos a José, que trabaja en la fábrica de hielo de su padre pero que planea
independizarse haciéndola de "viene-viene". Luego está Felipe, encargado de un cyber-café que espía
a una clienta que le gusta, incluso le hackea su cuenta de mail para enterarse de su vida. Por
último está Andrés, quien ayuda a su padre en el negocio de la plomería, desgraciadamente el negocio
no va bien porque su padre se la pasa ebrio la mayor parte del día. La liga que une estos tres
relatos se irá develando en el transcurso de la película.
Una cinta coral que se muestra como un rompecabezas para ser armado por los espectadores y en el
cual su director -Alejandro Gerber- poco a poco irá soltando las piezas, aunque para ello necesite
remontarse al pasado de sus personajes.
Una cinta de realidades fuertes pero que no apuesta por el drama social. Aquí los personajes no
están marcados por su entorno ni se compadecen de su situación, ninguno sufre por vivir en
Iztapalapa. La miseria (económica o emocional) no es destino en estos jóvenes que se niegan a perder
el espíritu, aún con los errores cometidos.
Gerber además se da el lujo -en un ejercicio de autentico cine de guerrilla- de filmar algunas de
sus escenas en la representación anual de la Pasión de Cristo en Iztapalapa. La secuencia, de casi
diecisiete minutos, se logra casi de contrabando, ocultando lo más que puede su cámara para que
ninguno de los asistentes rompa la cuarta pared e insertando a sus actores entre la multitud para
pasar desapercibido.
Vaho es un ejercicio estético más que de guión. La forma en cómo se narra la historia, el movimiento
de la cámara, el manejo del suspenso y lo que el director muestra y oculta a diferentes tiempos es
lo que hace interesante esta cinta que sin ser genial, sí marca una nueva ruta hacia donde debe de
ir el cine mexicano, una ruta que apueste más por los personajes y por la historia que por la
denuncia y la sordidez baratas. (Alejandro Alemán, Chilango) menos«
Actúan
Francisco Godínez, Joel Figueroa, Aldo Estuardo, Óscar Leví Villarruel, Roberto Mares
Director
Alejandro Gerber Bicecci
Próximo estreno: 30 de
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