El amor como una epopeya ancestral, como una lucha mítica en la que la pérdida y la muerte no son
sino fases inevitables del dulce dolor que ayuda a tocar la felicidad absoluta. En esta historia
Kieri, Tari y Ryo se aman sin estar ceñidos a ninguna circunstancia espacial o temporal, se aman en
el presente continuo de una eternidad dictada por la esencia misma de su razón de ser.
Opinión
Rabioso sol, rabioso cielo destaca por la impresionante calidad de su fotografía, en blanco y negro
salvo la última secuencia a color; y el hecho de estar fuertemente contrastada. Estos contrastes
lumínicos posiblemente sugieren la separación entre los personajes y las tensiones internas
producidas por su ...
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Rabioso sol, rabioso cielo destaca por la impresionante calidad de su fotografía, en blanco y negro
salvo la última secuencia a color; y el hecho de estar fuertemente contrastada. Estos contrastes
lumínicos posiblemente sugieren la separación entre los personajes y las tensiones internas
producidas por su aspiración al amor y su sometimiento a lo instintivo. Sin embargo, sabemos por las
declaraciones del director Julián Hernández que en la versión completa del filme se irán
introduciendo distintas graduaciones de color hasta llegar a la secuencia final; cuyo sentido se
pierde en esta versión recortada (en la que, no obstante, se han mantenido algunos pocos momentos de
esa evolución). Otro rasgo significativo de este trabajo fotográfico es resaltar la marginalidad de
los personajes. La casi totalidad de estos son jóvenes homosexuales que interactúan en un cine
porno, en sus baños y en las calles durante la noche; lugares sórdidos que exigen una penumbra
apropiada para actividades todavía no aceptadas socialmente. Este trabajo de iluminación se
compagina con el uso del picado y contrapicado, para mostrar la situación de separación y
subordinación, así como los intentos de superar esa situación en busca de la unidad mediante el
amor.
Lo mismo ocurre con la ambientación, que tiende a la oscuridad, la desnudez, la precariedad y la
aridez urbanas. Incluso locaciones como las viviendas de los personajes, el call center o el
gimnasio de boxeo carecen de mayor atractivo. Todo esto enfatiza también la soledad de los
personajes. Además, los protagonistas tienen trabajos precarios o informales. Por tanto, el conjunto
de estos elementos describen un mundo de (doble) marginalidad, tanto por ser homosexuales como por
ser jóvenes. Pero quizás la característica más polémica y, al mismo tiempo, creativa es el uso
extensivo de códigos de comunicación gay. Para empezar, la cinta casi no tiene diálogos, ya que la
forma que tienen los personajes de entablar contactos nunca es verbal. En cambio, hay la mirada
sostenida directamente a los ojos, que es un código típico de esta forma de masculinidad. Es
mediante las miradas que se establecen o no los contactos y relaciones en esta película. (Juan José
Beteto, Cinencuentro) menos«
Título original
Rabioso Sol, Rabioso Cielo
Próximo estreno: 30 de
Actúan
Javier Oliván, Jorge Becerra, Guillermo Villegas, Giovanna Zacarías, Joaquín Rodríguez, Clarisa Rendón, Juan Carlos Torres
Director
Julián Hernández
Próximo estreno: 30 de
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