Kontroll narra la historia de la difícil -y ficticia- relación entre los pasajeros y revisores en el
metro de Budapest. En ese submundo aparecen personajes como Roadrunner, quien aparece una y otra vez
y se considera miembro de la Sociedad de Liberación de los Pasajeros, dedicándose a manchar a los
revisores con spray; éstos lo persiguen acaloradamente por los pasillos, andenes, ascensores, aunque
todo esfuerzo es en vano. También está Béla, el maquinista caído, quien se siente tan cómodo en el
mundo de parias como Bulcsú. Y está Szofi, su hija, de quien inmediatamente se enamora Bulcsú,
incluso a pesar de que viste un disfraz de oso. Aunque también hay una figura sombría entre ellos,
una máquina de matar. Nadie sabe quién es. Quizá sólo Bulcsú lo sabe?
Opinión
En húngaro y sin gafas de pasta - "Cuando uno empieza a ver Kontroll, el debut de Antal tras las
cámaras, con intro previa incluida advirtiendo a los posibles turistas, debe concienciarse
rápidamente de lo que va a ver: Un buen puñado de surrealismo (eso sí, sin entender surrealismo como
Lynch o Buñuel, ...
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En húngaro y sin gafas de pasta - "Cuando uno empieza a ver Kontroll, el debut de Antal tras las
cámaras, con intro previa incluida advirtiendo a los posibles turistas, debe concienciarse
rápidamente de lo que va a ver: Un buen puñado de surrealismo (eso sí, sin entender surrealismo como
Lynch o Buñuel, sino como situaciones algo increíbles que se pueden llegar a dar) sustentado por un
guión que se toma ciertas licencias para introducir con gran pulso al espectador en la historia y
que en ningún momento peca de inverosímil, pues aunque de el salgan situaciones de lo más
extravagantes, más adelante, el peso de los personajes y el cauce que van tomando sus acciones,
justifican totalmente esos desmanes.
La historia, gira entorno a un grupo de amigos que están cumpliendo una pequeña pena realizando
labores sociales, en este caso de revisores. Simultáneamente, se producen una serie de extraños
sucesos que terminan con pasajeros en la vía del tren atropellados.
Partiendo de esa base, el realizador húngaro venido a menos ahora en EEUU, traza un buen relato
ofreciendo protagonismo a uno de sus chicos, y haciendo que la historia se desarrolle, casi
íntegramente, a su alrededor.
Uno de los principales pilares, amen de ese aire surrealista y casi cínico en ocasiones, con un
humor negro que roza la locura, es su fotografía, bastante lograda y con un uso bastante acertado de
los planos, aunque quizá ese aspecto descuidado que Antal otorga expresamente a la escenografía no
la beneficie demasiado.
Aunque lo mejor, sin lugar a dudas, venga a ser la culminación de los distintos puntos que van
quedando pendientes de un hilo, y que son resueltos sin que el espectador tenga la necesidad de
preguntarse que ha sucedido con estos, amen de resolverse de forma muy ocurrente, dando un punto
final especialmente curioso a todos los subentramados que se iban abriendo como flancos durante el
transcurso de la propuesta.
Recomendable, en especial si se quiere ver algo distinto a lo que tan acostumbrados nos tienen hoy
en día, eso sí, atendiéndose uno a los puntos que sujetan esta obra de principio a fin". - Grandine menos«
Actúan
Sándor Csányi, Zoltán Mucsi, Csaba Pindroch, Sándor Badár
Próximo estreno: 30 de
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