127 horas es la historia verdadera del montañista Aron Ralston (James Franco) y su increíble
aventura por salvarse luego de quedar atrapado en un estrecho y aislado cañón de Utah. A lo largo de
su suplicio, Ralston recuerda a amigos, amantes, a la familia, y a las dos excursionistas que
conoció antes de su accidente. A lo largo de los siguientes cinco días, Ralston batalla con los
elementos y sus propios demonios; hasta finalmente descubrir que tiene el valor y la entereza para
zafarse, bajar por una ladera de 20 metros de alto y caminar por más de doce kilómetros hasta que es
finalmente rescatado.
Opinión
Un trabajo de edición de primera, 24 febrero 2011 - "No hay duda alguna, la estrella de
este filme es el editor John Harris. Admirable montajista que (imagino) sometido a las órdenes del
director y al servicio de casi un solo actor (James Franco, un buen artista, que aquí practica toda
clase de mo ...
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Un trabajo de edición de primera, 24 febrero 2011 - "No hay duda alguna, la estrella de
este filme es el editor John Harris. Admirable montajista que (imagino) sometido a las órdenes del
director y al servicio de casi un solo actor (James Franco, un buen artista, que aquí practica toda
clase de morisquetas posibles para su personaje claustrofóbico). Filma desde todos los costados
posibles, arriba, abajo, contraplano, Miradas de terror, de perdón, de alegría y de horror (ante la
muerte) en primerísimos planos fotografiados por Enrique Chediak y Anthony Dod Mantile con la
pericia correspondiente a su oficio. Este filme candidata a, nada menos, seis nominaciones de la
preciada estatuilla dorada (incluido Mejor Actor) es la historia basada en hechos reales (tres de
las diez películas que se estrenan en la Argentina, de cualquier procedencia están basadas en
episodios de la realidad) trata el episodio dramático sufrido en abril de 1983 por este deportista
aficionado a deportes riesgosos Aron Ralson. Un joven de 27 años que nunca se saca la gorra y que se
cae en una grieta abierta en os montes de Utah hasta quedar su manos (derecha) aplastada por una
roca. Ha un prólogo en el que el joven se divierte bañándose con dos muchachas a las que sirve como
guía y es invitado para una fiesta de Scobby Doob. Las despide, previa promesa de encuentro y va en
busca de su bicicleta y su vieja camioneta y? se cae en una grieta. Lleva en la mochila un poco de
agua, una cámara filmadora, sogas y una cuchilla que recomienda (en voz alta) "no comprar si es de
procedencia china". Las 127 horas del título se reducen gracias a la formidable labor del editor
Harris, que merece un Oscar sin duda alguna en su área. El espectador soporta imágenes de dolor (por
el brazo aplastado) y una autofilmación dirigida a su familia describiéndoles las contingencias del
suceso. De paso recuerda a su rubicunda novia y su enojo posterior, a su hermanita pianista, a un
compañero de trabajo y evoca fantasmas de su infancia: se ve sonriente, protector, hijito respetuoso
y a unos padres muy cariñosos. De paso rememora alguna fiesta juvenil divertida y se regocija con la
filmación de las chicas en malla que filmó cuando se les hizo de guía. Danny Boyle es un espantoso
director británico que ganó un Oscar hace unos años un Oscar con una tragicomedia sobre la miseria
hindú ("¿Quién quiere ser millonario?") que culminaba con los habitantes de la villa de emergencia
(o favela, asentamiento, como quieran llamarla)) bailando febrilmente en una estación ferroviario.
Además Boyle es el responsable de "Millonarios", historieta acerca de unos niños que encuentras
miles de euros en una localidad inglés que deciden hacerlos circular justo? (esto lo deduce
espantado el espectador) cuando Inglaterra no se sumó al mercado de esa moneda europea. En fin, que
Boyle transforma estas 127 horas autobiográficas en una larga compaginación de un deportista audaz
que parece no finalizar nunca. Eso sí, no se olvida de publicitar (en tres oportunidades) la marca
(en primer plano) de la cámara filmadora, ni la marca de una gaseosa mundialmente famosa y de otra
que los deportistas beben por su cantidad de potasio. En fin, negocios del cine. Estas "127 horas"
(que indica un reloj puesto en el brazo izquierdo) hacen recordar a Tom Hanks en "Náufrago" Un
Spielberg menor pero entretenido) o al sufrido hombre de "Enterrado" que, encerrado en un ataúd,
intenta liberarse de su insólita prisión. Pero nada más que eso, uno las asocia con algún esfuerzo y
disfrutando de melodías de la época con voces maravillosas que no sólo entretienen a este Aron
abandonado en el cañón de Utah, que decide automutilarse. El espectador que conoce la historia
sobrevive los 80 minutos del filme para ver los diez restantes (con ese sadismo de habitué al cine
de horror) en que el deportista de secciona la mano derecha (mostrado en una escena final mediante
un efecto o truco visual excelente) mientras la familia entera del alpinista lo saluda acomodada en
un sofá al aire libre. Las nominaciones al Oscar son demasiadas. Y, perdón, que soy admirador del
cine estadounidense, pero el Oscar está algo desvalorizado. Un vistazo al cine independiente no
vendría nada mal. Consejo de adicto al séptimo arte." - Autor (a): harbhernando de Argentina menos«
Título original
127 Hours
Género
Aventura, Drama, Suspenso
Próximo estreno: 30 de
País
Estados Unidos, Reino Unido
Actúan
James Franco, Kate Mara, Amber Tamblyn, Sean Bott, Koleman Stinger
Próximo estreno: 30 de
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