Por aqui llega míercoles de ceniza, y los recuerdos llegan a mi cabeza como lluvia, ya que a partir de ese momento solo era cuestion de días esperar a que llegase mi abuela por nosotros, y salieramos de la Ciudad a la Suya.... la aventura comenzaba en Jueves Santo, aun puedo sentir el cálido clima sobre mi piel, un par de cómodos tennis, shorts, playera de tirantes, y piel muy bronceada por el clima de Matamoros. una coleta alta, y la mejor compañía del mundo, mis dos hermanos y mi Abuelita. El recorrido de las 7 casas comenzaba a partir de las 6 de la tarde ya que el sol estaba a punto de dormir, cada visita una triste pero enrriquecedora historia en palabras de mi abuela, para entender el significado de lo que haciamos, cada palabra que salía de su boca hacia magia en mi cabeza, podía imaginar cada detalle de lo acontecido, a cada pregunta, una generosa respuesta, aunque poco podía comprender de lo sucededido trataba de entender al máximo lo que me era explicado, ya que surgian demasiadas preguntas. y cada visita una limosna, y un pequeño símbolo de la travesía de Cristo, aun recuerdo el peculiar aroma de los cordones de colores que nos entregaban con cada limosna, mis hermanos y yo tratabamos de juntar los mas posibles, recuerdo haber cambiado una moneda de 1000 pesos por puras de a 100 en el canasto de las limosnas en repetidas ocaciones, para poder asi recibir mas cordones por cada limosna, y mi favorita, la representración de la corona de espinas, una bella corona natural de flores rosas. no era la mas común así que la buscaba en cada iglesia, y cuando porfin la encontraba me gustaba usarla era tan bonita!!!, siendo un lugar pequeño podías visitar a pie cada iglesia,. cómodamente vivias la historia, y al día siguiente Viernes Santo, mi abuelita nos daba sombrillas y haciamos el viacrusis mientras ella nos explicaba una vez mas,  la historia, y solo entonces cada cuadro, cada pintura tenía significado en sus palabras, las pinturas de cada iglesia tienen una bella historia por contar... al salir  el calor se tornaba un poco pesado, pero el recorrido y la historia lo valía... una rica nieve de tamarindo nos refrescaba antes de ir a casa.... y asi cada día era como vivir un cuento. su compañía  y la de mis hermanos hacian de la semana Santa. un evento especial que se repetía año con año. Por eso cuando la gente dice que es aburrido creo que les Hizo falta tener una Abuela como la mia. con la capacidad de hacer de una tradición religiosa una verdadera experiencia. 

Por. Patricia JIménez