Hace siete días, Miguel Ángel Ceballos, candidato del Partido del Trabajo a la alcaldía de Puebla, negó haber recibido dinero por parte del equipo de Enrique Agüera para declinar a favor del abanderado del PRI. Desde hace unas semanas, se manejaba que el "Profesor" podría hacerse a un lado en la campaña electoral para cederle el paso al rector. "Eso es política ficción", declaró Ceballos, indignado por los cuestionamientos.

Pues la ficción le ganó a la realidad. Esta mañana, el candidato del PT exhortó a sus simpatizantes al "voto útil" para favorecer a Enrique Agüera. "Las encuestas que tengo marcan a mi favor una intención del voto del 11%", señaló en su cuenta de Twitter. "Sin embargo, siendo realistas, la intención de voto que tengo no es suficiente para ganar la elección del próximo 7 de julio. Por eso, en coincidencia con los militantes de izquierda que han visto una opción en @EnriqueAguera, pido el voto útil a su favor", sentenció.

Desde inicios de la campaña se sabía que la intención de voto por el PT no le daría a Ceballos la oportunidad de ganar. La izquierda en Puebla carece de fuerza electoral: qué mejor ejemplo que el PRD sumándose a la coalición Puebla Unida, a pesar de acompañar a dos partidos ideológicamente distintos a ellos, como el PAN y Nueva Alianza. Incluso Movimiento Ciudadano, apoyado en las candidaturas conjuntas, sabe que lanzarse sin compañía es arrojarse de cabeza.

Pero el PT, fiel a su costumbre, apostó por su propio candidato, a sabiendas que no se jugaba la alcaldía. Los partidos pequeños, como ciertos equipos de fútbol, participan con la mira en evitar la pérdida del registro y ganar espacios en las plurinominales. En ese sentido, Ceballos realizó una campaña efectiva: presumir más de 10% del padrón de electores es un logro. No sólo asegura la permanencia de su partido, sino que mantiene al PT como una fuerza de izquierda relevante.

Vi algunos destellos en la campaña del PT. En lugar de gastar en repartir publicidad a diestra y siniestra, acudió a las plazas, mercados y unidades habitacionales para ofrecer pruebas gratuitas de detección de diabetes, exámenes oftalmológicos, cortes de cabello y otras acciones muy vinculadas con la asistencia social. Este tipo de medidas -que apelaban, principalmente, a niños y ancianos- son muy cercanas a ese espíritu de la izquierda social. El discurso y la campaña eran congruentes.

Ceballos señala que fueron sus compañeros de partido quienes le pidieron exhortar el voto para Agüera. Me pregunto si la coordinación nacional estará contenta con la decisión. ¿Qué opinarán los candidatos a las diputaciones locales? ¿También pedirán sufragios para el PRI? ¿O se saben partícipes de una simulación democrática, de competir sin opciones de ganar? ¿Y los votantes del PT, qué harán? ¿Cómo castigar a un partido si no votar por él significa apoyar a las dos alternativas que combate? Qué dilema.

Me parece que la decisión de Ceballos evidencia la alarma que existe en el PRI respecto a la elección. Desde sus inicios, la campaña de Agüera trató de vincularse a la izquierda, pero ha fallado en ese objetivo. El llamado al "voto útil" parece más contraproducente que benéfico: sólo da la impresión de que el agua ha llegado al cuello y las estructuras príistas necesitan moverse para evitar el naufragio. O quizá la respuesta sea más simple y a Ceballos, un hombre con una carrera de casi 40 años de militancia en el partido tricolor, le ganó el sentimiento. A lo mejor el "Profe" sólo quería servir de corazón, no a Puebla, sino a los colores de sus amores. 

Pepe Flores (@padaguan) es Director Editorial de Vida Real en Betazeta Networks. Colabora como artículista en Voces de The Huffington Post y The Qore. Dirige el área de proyectos de la agencia Astrolabio; es voluntario en Wikimedia México; y cursa la maestría en Comunicación y Medios Digitales en la UDLAP.