GRILLA, GRILLOS Y GRILLADOS

Cuando un poder monopoliza los recursos o avasalla a sus oponentes, no queda, desde la contraparte, hacerle frente con una estrategia que tenga como objetivo frenar su inercia y por el otro lado, presentarse como una verdadera opción política y de gobierno.

Hoy en México, la concentración de fuerza recae en un solo actor, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien a pocas semanas de cumplir su primer año de funciones, goza de altos índices de popularidad y respaldo ciudadano.

A pesar del entorno adverso que se vive en materia económica y de seguridad pública, el mandatario ha sorteado ambos problemas con un trabajo basado en la comunicación y operación políticas.

¿Por qué la aceptación?

La maquinaria que montó el fundador de Morena es inusual en países con poca tradición democrática como éste, donde el poder se divide entre varias fuerzas (sobre todo a partir de 1997) y el partido que triunfa no gobierna por mucho tiempo ni alcanza la mayoría absoluta en el parlamento; no obstante, la tendencia se rompió en 2018.

En ese año, el mapa político no sólo dio un giro hacia la izquierda, sino también, fue el inicio de una nueva etapa –al menos- en la narrativa gubernamental, la cual había permanecido casi intacta desde el arribo del PRI, la alternancia con el PAN y el sexenio de Enrique Peña Nieto.

AMLO acapara los titulares de los noticiarios, la cobertura que le dan los medios de comunicación se incrementa porque es el único personaje actual que informa, polemiza y “da nota” a diario; además de utilizar las redes sociales como una herramienta para llegar a más gente.

Mucho se puede criticar sobre el contenido de los mensajes presidenciales, sin embargo, la cantidad, frecuencia y vías por las que las difunde son la clave del “éxito”  de López Obrador, que se ve reflejado en las encuestas y sondeos de opinión.

Los rivales

Pocas son las personas o agrupaciones que le hacen frente al tabasqueño, una de ellas es la Coparmex, el sindicato patronal posee una influencia notoria entre la clase alta pero no cuenta con una extensa base popular que la respalde ni replique sus posturas.

Reforma, Mexicanos contra la Corrupción e Impunidad, el Instituto Mexicano para la Competitividad y algunos más, son medios u organizaciones que buscan equilibrar la balanza política, al hacer la labor de denuncia que no realizan los partidos, ya sea por complicidad (como el PVEM o PT) o debilitamiento (como el PRD).    

Desde arriba…

López Obrador está en el cénit de su carrera, su plan parece marchar a la perfección; empero, su dominio sobre el legislativo y diversos sectores podría verse mermado si los saldos positivos no llegan a partir de diciembre de 2019. A la par, la oposición debe reconfigurarse y conjuntarse para ganar posiciones en la elección intermedia (y concurrente) de 2021 y así, perfilarse rumbo a 2024.

Sea cual sea el resultado para unos y otros, la fórmula para ejercer el poder a plenitud seguirá siendo el no compartirlo, no dejar vacíos, tener solidez financiera y una gran base de simpatizantes, mostrar fortaleza aún en los momentos más difíciles y ampliar el campo de acción, tal como lo efectúa Andrés Manuel López Obrador.

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