"Grilla, Grillos y Grillados"

Más datos y sucesos se agregaron en los últimos días relacionados con la corrupción imperante en Petróleos Mexicanos y la extracción de sus ductos por parte del crimen organizado, al tiempo que el gobierno federal despliega una estrategia para frenar y erradicar estos delitos.

La tragedia ocurrida en Tlahuelilpan, Hidalgo y las recientes fugas en la amplia red de distribución de combustible de la paraestatal, son una muestra de la dimensión del problema que atañe, entre otros, a sus directivos, empleados (de confianza y sindicalizados), proveedores y clientes, entre los que se encuentran las gasolinerías.

El “colmo”

De acuerdo a la información proporcionada por el presidente, Andrés Manuel López Obrador, una buena parte del robo de este producto se hace por medio del huachicol y termina en muchas estaciones de servicio, las cuales –paradójicamente- son de la marca “Pemex” pero lo adquieren a las bandas dedicadas a su venta ilegal (conformadas o vinculadas con gente que labora en las propias refinerías).

En una nota difundida en el portal de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco- Servytur) señala que la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas) reconoció que “el desabasto de gasolina se debe, en parte, a que algunos gasolineros manipulaban las facturas sobre sus compras y ventas de combustible”.

¿Cómo funciona?

Los 12 mil expendios que hay en México deben enviar un reporte diario a Pemex, Secretaría de Hacienda y a la Comisión Reguladora de Energía sobre sus movimientos comerciales de hidrocarburos; para hacerlo, cuentan con un sistema que cuantifica estas categorías, pero que era manipulado.

Juan Pablo González Córdoba, líder de la asociación aseguró que “había contubernio con Pemex, algunos gasolineros quitaban el sensor, un termómetro, que tiene el sistema de control volumétrico y está en el tanque de almacenamiento, lo quitaban, bajaban una pipa, la vendían en el transcurso del dinero y en la noche ponían otra vez el medidor y sacaban dinero con dinero con una pipa robada”.

Distribución ilegal

Lo anterior, confirma que una gran parte de este carburante sustraído llega por vía terrestre a dichos negocios. La segunda modalidad, son los predios cercanos a las tomas clandestinas (ductos) que sirven como depósitos y la más actual, a través de buques- cisterna que transportan petróleo y sus derivados hacia los puertos dentro y fuera de México.

Si López Obrador quiere salir bien librado de esta situación, deberá estar apoyado de instituciones fuertes, sólidas como la nueva Fiscalía General de la República, el Ejército, la Marina, Policía Federal y de aprobarse, de la Guardia Nacional para que haya un mayor control, supervisión y eficiencia de la petrolera.

El eslabón de la corrupción es muy extenso y toca a los ámbitos político, económico y social, ahí se encuentran esos empresarios que han hecho de la gasolina, una actividad muy lucrativa.

Continuará...

SÍGUEME EN TWITTER:  

@LccPibe